Responsables de las empresas estibadoras del puerto de Algeciras y miembros del comité de empresa del Centro Portuario de Empleo, vienen manteniendo en las últimas horas, reuniones para intentar un acuerdo acerca de las medidas de seguridad que los trabajadores de las terminales de APMT y TTIA deben adoptar para intentar no propagar el contagio por coronavirus. De hecho, desde que se decretase el estado de alarma nacional, los servicios de limpieza están llevando a cabo la desinfección de los equipos comunes entre cada uno de los turnos, algo que está ralentizando la operativa.
Las partes buscan una fórmula que garantice la seguridad de los empleados y el desarrollo normal de las operaciones
Es por ello, por lo que las partes buscan una fórmula que garantice la seguridad de los empleados y el desarrollo normal de las operaciones, ya que ambas terminales siguen trabajando a un ritmo casi normal, para no romper la cadena de suministro, a pesar de descensos puntuales por las exportaciones de china que se vienen sufriendo desde semanas atrás.
En principio, para ello, se están siguiendo las indicaciones del documento firmado en 2015, entre los ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y Fomento, además de Puertos del Estado, para casos de riesgo de salud pública a bordo de barcos, como es éste que viene provocando el coronavirus.
En caso de sospecha de alerta sanitaria, los trabajadores están obligados a informar de inmediato, lo que conlleva una rápida actuación para la puesta en cuarentena de las personas que pudiesen verse afectadas. Además, se va a plantear la posibilidad de reducir los turnos. De momento, existen normas de precaución en ambas terminales, obligando al personal a no permanecer a corta distancia y a esperar a la desinfección y limpieza de los equipos antes de iniciar el turno de trabajo.
Además, tal y como manda la normativa de la Instrucción Técnica de 2015, el consignatario o capitán del buque debe informar de inmediato de cualquier anomalía, que sería trasladada de inmediato de la información a Sanidad Exterior. Esa comunicación incluirá datos básicos como el itinerario del barco en los últimos 30 días, lista de enfermos o nombre del capitán que tras ser evaluados por la Autoridad Sanitaria, ésta decidirá si supone o no un riesgo para la salud pública. De serlo, el buque quedaría fondeado en la Bahía.