El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de Murcia, Antonio Luengo, ha asegurado que el último informe de su departamento pone de relieve que el estado de las playas del Mar Menor es «óptimo» para el baño, pues «no contiene ningún tipo de bacteria», a pesar de que el color verdoso «en algunos puntos de la laguna no es agradable» a la vista.
«No se sabe si este verano el agua va a estar transparente, pero eso no quiere decir que esté bien o no», ha comentado Luengo en una entrevista a Europa Press en la que ha insistido en que si no estuviera permitido bañarse allí el Gobierno regional informaría a la población de este extremo.
Sobre la situación de la laguna salada, ha indicado que la Administración que más tiene que hacer es el Gobierno de la Nación, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, porque, apunta, «la principal presión que está recibiendo el Mar Menor es la entrada de agua desde el acuífero tanto a nivel subterráneo como superficial».
De la rambla del Albujón van a parar al mar «6.000 kilos de nitratos al día», una cantidad que es «una barbaridad» y que «está dañando el sistema», ha apostillado Luengo, tras lo que ha precisado que existen estudios que «señalan la relación causa-efecto de lo que ocurrió cuando dejó de entrar agua por esa rambla y cómo mejoró el Mar Menor».
«El Gobierno central tiene en su mano la recuperación del Mar Menor; la única forma de poder cortar es deprimiendo el acuífero y cesando la entrada de agua a través de las ramblas», ha asegurado el consejero, quien ha advertido de que si continúa la entrada de agua dulce en el mar, «la comunidad científica acredita que tenemos todas las papeletas» para que «se produzca de nuevo una eclosión fitoplactónica».
PRESUPUESTOS «ADECUADOS» PARA LOS SECTORES. Respecto a los presupuestos de su departamento para el presente ejercicio, el consejero ha indicado que son «adecuados» para cubrir las necesidades de los diferentes sectores profesionales implicados, teniendo en cuenta la «infrafinanciación» que sufre la Región de Murcia por parte del Estado.
Luengo ha explicado que la Consejería trabajará este 2020 en torno a cuatro «ejes estratégicos» que priorizan la recuperación del Mar Menor, el apoyo a los agricultores, pescadores y ganaderos, y el respeto al medio ambiente a través de acciones encaminadas a proteger los espacios naturales.
El presupuesto total, dotado con 311 millones, un 1,17% más que en 2019, incluye una partida de 23 millones de euros para la protección de la laguna salada, que se suman a otros 33 recogidos en las cuentas del resto de consejerías para este objetivo, y 76,5 millones dirigidos al mantenimiento de la agricultura y la ganadería en la Comunidad.
El primero de los ejes contempla la construcción de biorreactores, la creación de un banco de especies del Mar Menor como el caballito de mar, la nacra y la anguila y la continuación de las labores de retirada de biomasa, así como la depuración y reutilización del agua mediante la modernización de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).
Además, los presupuestos se centran en la protección del medio natural con la culminación de la tramitación de los planes de gestión, que están sufriendo «cierta demora porque son muy complejas», la modernización de la red de calidad del aire y la puesta en marcha de actuaciones en suelos contaminados de Cartagena, La Unión y Mazarrón, todo ello «de forma subsidiaria» porque «quien lo tiene que hacer no lo hace».
El cuarto eje es la defensa de la actividad del agricultor y el ganadero, dañada por el Brexit, el ‘veto ruso’, los aranceles de EEUU y la competencia «desleal» ante la entrada de productos en la UE que no cumplen con las condiciones fitosanitarias y de mano de obra.
En este sentido, el consejero ha reclamado al Gobierno de la Nación que refuerce el control en las fronteras.
Luengo ha admitido que es momento de hacer «autocrítica» respecto a las actuaciones que se han llevado a cabo en la laguna en el pasado, pero «no con la intención de flagelarse, sino porque es el momento de hacerlo» con el fin de poner soluciones.
Al respecto, ha indicado que precisamente el decreto ley de Protección Integral del Mar Menor pretende restar «presiones» a la laguna salada, tanto de la actividad agrícola como del «resto» de colectivos profesionales que operan en la zona.
Con esta norma, el consejero quiere trabajar en dos líneas: la minimización de las escorrentías, sobre lo que ha hecho referencia a los cambios en la orografía desde los años 50, y la absorción de nutrientes mediante actuaciones como la colocación de filtros verdes y setos vegetales, así como un programa de actuaciones en «zonas vulnerables por nitratos» para proteger el Mar Menor.
En este punto, ha recordado que desde la Consejería se ha desarrollado una calculadora de nitrógeno con la que cualquier agricultor puede conocer la cantidad máxima de fertilizantes que puede aplicar en sus cultivos, teniendo en cuenta las características de estos, y está trabajando en una red de lisímetros para saber «cuál es la profundidad máxima a la que se puede regar para evitar la perforación».
«Todo esto se llama agricultura sostenible de precisión», una fórmula que persigue cambiar el modelo productivo de la Región de Murcia garantizando el cumplimiento de la ley en el Campo de Cartagena, para lo que la Consejería también ha creado la figura del operador agroambiental, que debe estar presente en toda explotación agrícola al objeto de garantizar el cumplimiento de la normativa.
La intención del consejero es que este modelo se exporte al resto de la Región, porque a día de hoy «nadie se plantea una agricultura que no sea sostenible», tampoco los agricultores, con quienes se siente identificado en la denuncia de la «mala imagen» que ciertos mensajes dan al sector. (EUROPA PRESS).