El sector estatal del mar de Comisiones Obreras ha mostrado su apoyo a la continuidad de Salvador de la Encina como presidente de Puertos del Estado ante la posibilidad de su inminente relevo en el cargo, calificando como “positiva” su gestión al frente del organismo público.
El sindicato ha recordado que tras la dimisión como Presidenta de Puertos del Estado de Ornella Chacon, el pasado 18 de marzo de 2019 y su nombramiento el 22 de marzo de 2019, Salvador de la Encina aceptó el cargo en un momento político de extrema dificultad e inestabilidad política, ya que el nombramiento lo hizo un Gobierno en Funciones, que había convocado Elecciones Generales, al no ser aprobados los Presupuestos Generales del Estado y además en un contexto de conflictividad en los Puertos derivada de la reforma de la Estiba y del bloqueo del Convenio de Puertos que finalizo su vigencia en 2009.
Salvador de la Encina aceptó el cargo en un momento político de extrema dificultad e inestabilidad política
El Sector del Mar de la FSC-CC.OO. consideró entonces como un acierto su nombramiento por parte del Ministro de Fomento José Luis Abalos, al valorar que los cargos politicos de Presidente, Portavoz y Vicepresidente de la Comisión de Fomento del Congreso durante varias legislaturas, así como sus conocimientos sobre el sistema portuario español daban un perfil idóneo para el cargo, desde el que poder gestionar los retos citados anteriormente.
En ese contexto de extrema dificultad, Salvador de la Encina fue actor principal, primero desde la vicepresidencia de la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados y después desde su nombramiento como Presidente de Puertos del Estado, tanto del Decreto de Subrogación por ley de los estibadores, como del desbloqueo y aprobación del Convenio de Puertos y posteriormente, también tuvo que ver con la trasposición a la legislación española de la Directiva Comunitaria sobre Servicios Tecnico-Nauticos, todo ello resuelto de forma satisfactoria y dialogada con los agentes sociales y económicos.
Por todo ello, el sindicato ha dejado patente su extrañeza ante su posible cese, porque siempre ha entendido que el cese de un cargo público de este nivel, obedece a razones realmente importantes y trascendentes como pueden ser, la pérdida de confianza de quien lo nombró, la falta de experiencia de la que se hayan podido derivar errores de gestión que hayan conllevado conflictos políticos y la falta de resultados respecto de los objetivos políticos encomendados.
Ya que parece que ninguna de estas circunstancias, se han dado durante el breve periodo de su gestión al frente de Puertos del Estado, en las que en menos de un año ha sido capaz de gestionar y solucionar los retos que se le encomendaron, CCOO no entendería que De la Encina fuese relevado del cargo.
Las numerosas manifestaciones de apoyo a su gestión y continuidad al frente de Puertos del Estado por parte de la mayoría de la comunidad portuaria (Autoridades Portuarias con Presidentes/as de distinto color político, agentes económicos y sindicales del sector portuario, etc), llevan al Sector Estatal del Mar de la FSC-CC.OO., a asegurar que «lo que funciona, mejor no tocarlo» y por ello, insta al Ministro de Fomento, José Luis Ábalos a ratificarlo en su puesto, al considerar que el Sistema Portuario precisa de estabilidad y normalidad para poder seguir avanzando en las tareas aún pendientes y comprometidas por su Presidente como la elaboración y aprobación de un Marco Estratégico para los Puertos del Estado, que afronte de forma dialogada con los agentes sociales y económicos, la digitalización, electrificación y adecuación del sistema portuario a las nuevas tecnologías, para no perder el tren de la competitividad con los puertos de nuestro entorno y la aprobación a través del dialogo con los sindicatos del Reglamento de Servicio y Policía que de forma definitiva sustituya a la actual reglamentación preconstitucional, que en nada se parece a la prestación actual de los servicios, y muy especialmente respecto del Servicio de Policía, para hacer posible “que sea normal a nivel legal y reglamentario, lo que ya es normal en su actividad cotidiana en los puertos, derivada de su nuevo estatus legal y competencial.