Con la rúbrica a finales de la pasada semana del nuevo acuerdo colectivo, los trabajadores de la Corporación de Prácticos del puerto de Algeciras dan carpetazo a una negociación que se ha prolongado durante más de un año y que, afortunadamente, no fue a más, ya que el camino no ha sido nada fácil.
«Han ido presentándose problemas, porque empezamos las negociaciones de manera confusa, ya que existía falta de comunicación entre nosotros mismos, sindicatos y Corporación de Prácticos y se alcanzó un acuerdo sin que el grupo de trabajadores estuviéramos conformes con ello», explica Alfonso Quijano, uno de sus delegados.
«Hubo confusión, inspecciones de trabajo, dimisiones de delegados….uno de los tres que había y tuvo que entrar uno de los suplentes, que en este caso era yo», reitera.
Gracias al apoyo brindado por Miguel Ángel Hormigo y José Antonio Puertas, ambos del sindicato Coordinadora de los Trabajadores de los Puertos Andaluces, del que Quijano destaca «su gran labor desarrollada en esta situación», «planteamos otra propuesta a la Corporación, pero les parecían demasiado altas nuestras pretensiones y se rompieron las negociaciones y, ya en septiembre, nos volvimos a sentar, abrimos una nueva mesa de negociación y ahí ya sí llegó al acuerdo que hemos acabado firmando», detalla con satisfacción.
«si se llega a ir a la huelga, el conflicto hubiera sido bastante gordo porque no se hubiera movido ni un barco…»
Ni Alfonso ni ninguno de los integrantes de este colectivo, a pesar de esquivar momentos complicados, llegaron a imaginar lo que podría suponer una huelva y el consiguiente bloqueo para el puerto de Algeciras, uno de los más transitados del mundo. «Se puede decir que somos el pilar fundamental del puerto entero, porque el colectivo de flota de los prácticos somos los que llevamos a éstos a todos los barcos en los que tienen que actuar, tanto nosotros como los radio operadores», recuerda. «No podemos decir qué hubiera pasado, pero si se llega a ir a la huelga, el conflicto hubiera sido bastante gordo porque no se hubiera movido ni un barco, algo que ninguna de las partes queríamos.; los mismos prácticos no querían llegar a ese extremo, porque aquí siempre ha reinado la paz social», concluye, Quijano, que celebra, junto al resto de integrantes de este sector, que se haya alcanzado un acuerdo crucial para ellos y, por ende, para el vivir diario de la dársena del Estrecho.