Unos 138.000 migrantes y refugiados se embarcaron en 2019 en pateras para intentar cruzar por mar desde el Cuerno de África hasta Yemen, lo que convierte en esta ruta en la más transitada del mundo, por encima de la del Mediterráneo, donde hubo más de 110.000 llegadas, según datos de Naciones Unidas.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que unas 11.500 personas cruzaron cada mes a Yemen en 2019, por lo que por segundo año consecutivo esta ruta supera el tránsito del Mediterráneo. En 2018, unas 150.000 personas dieron el salto desde el Cuerno de África a territorio yemení.
En este caso, Yemen no es el punto de destino para los migrantes, ya que casi el 90 por ciento lo utilizan solo como un punto de paso para seguir avanzando hacia Aramia Saudí, lo que puede prolongarse durante meses. En cuanto al origen, el 92 por ciento tienen nacionalidad etíope y un 62 por ciento se embarcan desde la costa somalí.
TORTURAS Y OTROS ABUSOS. Los migrantes y refugiados suelen ignorar los riesgos que implica viajar a un país en guerra, Yemen, donde pueden ser objeto de abusos, secuestros, torturas, explotación y trata. Tampoco les disuaden las férreas políticas de los países ricos del Golfo, especialmente duras con quienes llegan indocumentados.
«Para llegar a Yemen, nos metieron a 280 en un barco», cuenta un etíope de 32 años a los equipos de la OIM en la ciudad yemení de Adén. «No había oxígeno y algunas personas se suicidaron lanzándose el mar», asegura.
Otro compatriota de 18 años explica que, tras llegar a Yemen, las mafias les retuvieron durante un mes, durante el cual fueron víctimas de todo tipo de torturas y abusos. A cambio de su libertad, pidieron un rescate: «Mi familia envió 900 dólares para salvarme la vida y así fue liberado con otras personas que también habían pagado».
El director de la OIM para el Cuerno de África, Mohamed Abdiker, ha señalado que, «mientras se informa bastante de las tragedias en las rutas del Mediterráneo», en el caso de la zona oriental de África y Yemen el personal de la organización también es testigo «todos los días» de abusos».
La organización ofrece un apoyo de emergencia a estos migrantes, aunque Abdiker ha insistido en que «el mejor mecanismo de protección sigue siendo el mecanismo de vías legales para migrar». En 2019, Etiopía y Arabia Saudí firmaron un acuerdo por el que este último país aceptaba a 100.000 personas para el trabajo doméstico.