Las autoridades marroquíes han prohibido este martes la salida hacia Ceuta de las aproximadamente 10,5 toneladas de pescado fresco que cada día entraban hasta ahora procedentes del Reino alauita en la ciudad autónoma para abastecer a los mercados y a parte del sector hostelero local.
Las restricciones se han aplicado «sin ninguna explicación» desde este lunes, jornada en la que a mediodía sí se permitió el paso de «algunas cajas», según han indicado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno y del Ejecutivo local. Este último interpreta la decisión como un paso más de «hostilidad» hacia la ciudad en busca de su «aislamiento».
La Administración autonómica, encargada del control sanitario de la mercancía, cifra en una media diaria de 375 kilogramos por puesto (a razón de quince cajas con 25 kilogramos cada una) el pescado procedente de Marruecos que llegaba al Mercado Central, donde hay 28 de este tipo, un total de 10,5 toneladas, aunque parte de ellas se derivaba directamente a bares y restaurantes a primera hora de la mañana.
Fuentes gubernamentales han explicado que, al carecer de aduana comercial, la mercancía procedente del país vecino no solo parte de un precio «muy inferior» al de la que llega desde Algeciras, sino que también elude el pago de impuestos a la Importación en un terreno de ‘alegalidad’ consentida por ambos países.
Por la vía reglamentaria de abastecimiento, la de los muelles del Puerto de Ceuta, solamente se desembarcan en la ciudad unas 40 toneladas de pesca fresca al año, según la última Memoria de la Autoridad Portuaria, correspondiente al ejercicio 2018, que cifra en 63.514 euros el valor declarado en primera venta registrado.
Esta decisión de las autoridades marroquíes se suma a los gestos de «hostilidad» que el Gobierno de Ceuta que preside Juan Vivas (PP) lleva semanas denunciando. Desde el pasado verano «Marruecos ha cortado el comercio transfronterizo unilateralmente, ha arruinado el esfuerzo de España en el el paso fronterizo peatonal para porteadores, cada vez restringe más la llegada aquí de turismo de ocio y de compras, ha dictado instrucciones a los funcionarios marroquíes para que no visiten Ceuta y Melilla y ha planteado lo de las aguas territoriales».
La llamada de «socorro» del Ejecutivo local al de la Nación no ha encontrado, de momento, respuesta satisfactoria. Según ha denunciado el portavoz gubernamental, Carlos Rontomé (PP), la Ciudad se siente «frustrada» y «desamparada».