La Dirección General de Pesca de la Generalitat investiga si los cientos de atunes muertos que han aparecido en el Delta del Ebro tras el paso de la borrasca Gloria tienen su origen en alguna de las piscinas de engorde de la empresa atunera Balfegó, situada en L’Ametlla de Mar.
La consejera de Agricultura, Teresa Jordá, se ha reunido con las cofradías de Les Cases d’Alcanar y Sant Carles de la Ràpita para evaluar los daños causados por el temporal en la zona.
Los pescadores le han manifestado que tras el paso de la borrasca se han encontrado con atunes muertos y en estado de descomposición en la costa y en el mar.
«Los pescadores se los encuentran muertos en el mar y esto está representando una problemática para ellos, porque si las barcas de arrastre cogen alguno en estado de putrefacción esto puede dañar el resto de las capturas», ha apuntado la consellera en declaraciones a los medios.
Jordá ha afirmado que el departamento aún no tiene datos sobre cuántos ejemplares muertos pueden haber, pero la Dirección General de Pesca ya se ha puesto en contacto con Balfegó para verificar si efectivamente los atunes provienen de sus piscinas de engorde, situadas frente a las costas de L’Ametlla de Mar.
«Estamos investigando cuál es el origen. Que alguien nos lo explique y nos dé números. Las cosas no pasan por generación espontánea, no creemos que sea muy complicado saber de dónde vienen y saber números. Esto es cuestión de horas. Nos hemos puesto en contacto con la empresa y se continuará haciendo», ha detallado la consellera.
El 23 de enero, justo después del paso del temporal, Balfegó emitió una nota de prensa en la que aseguraba que «desde la superficie» no se apreciaban desperfectos en sus instalaciones de atún rojo.
El 23 de enero, justo después del paso del temporal, Balfegó emitió una nota de prensa en la que aseguraba que «desde la superficie» no se apreciaban desperfectos en sus instalaciones de atún rojo.
Sin embargo, añadía que a partir de este lunes podría disponer de información exacta sobre el estado de los ejemplares de las piscinas, ya que la mala visibilidad bajo el agua no lo había permitido.
La pasada semana, coincidiendo con el paso de la borrasca en Cataluña, se pudo ver a muchos vecinos de esta zona costera, donde aparecieron los atunes muertos, descuartizar los ejemplares y llevarse la carne.
«La gente no debería hacer ninguna práctica que no se pueda hacer. Consumirlas está absolutamente contraindicado», ha alertado la consellera Teresa Jordà.
En cuanto a los daños en otros sectores productivos, Jordà ha apuntado que por el momento sólo se han podido cuantificar los daños en las mejilloneras del Delta, que han supuesto unos 1,5 millones de euros en pérdidas.
La conselleria estudiará ahora qué tipo de ayudas se pueden implementar para cada uno de los sectores afectados.
«Se deben planificar una serie de acciones a corto, medio y largo plazo. El Delta es un tema de país que se está abordando», ha señalado Jordà, que ha apuntado que de forma inmediata se va a proceder a la limpieza del fondo marino. EFE