La Rugolopterix okamurae sigue dando que hablar en la zona del Estrecho de Gibraltar, donde viene provocando un daño terrible en su ecosistema marino sin que, después de cinco años, se le haya dado solución alguna.
Las condiciones climatológicas hacen que proliferen en la mayoría de los meses del año, sin embargo, no en estas fechas, con las temperaturas más bajas. En las últimas horas se ha vuelto a producir la enésima denuncia por parte de pescadores que lo sufren a diario, como ocurre en el caso de Gregorio Linde y su familia tarifeña, que han compartido por redes sociales este vídeo en el que se puede comprobar cómo a primera hora de este martes era una odisea recoger sus redes sin que éstas salieran del agua sin restos de la especie invasora.
Mientras esto ocurre, dejando a familias enteras al borde de la ruina económica porque su principal sustento se les viene abajo – y no sólo en el sector de la pesca, sino que en turismo también se ha sufrido un descenso notable este pasado verano – las administraciones, tanto Gobierno central como autonómico, miran para otro lado sin que ni siquiera se haya declarado a esta especie como alga invasora, lo que podría reportar algunas soluciones a corto plazo.