La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia reafirma su postura en contra de la ampliación norte del puerto, recordando que ya presentó alegaciones al proyecto inicial de 2007 y defendiendo que los cambios implantados desde entonces hacen «innegociable» una nueva declaración de impacto medioambiental (DIA).
En un comunicado, su presidenta, María José Broseta, advierte que la actuación de Valenciaport pone en riesgo tanto las playas de València como el parque natural de l’Albufera, además de generar molestias a los vecinos del barrio de Natzaret que «ya pagaron un alto precio por la expansión portuaria aprobada en los años 80 que supuso la pérdida de su playa».
Para los vecinos, estas molestias se verán agravadas por el traslado de la terminal de cruceros a los astilleros de Boluda, «mucho más cerca del barrio marinero», como el nuevo anteproyecto aprobado en 2018 por la Autoridad Portuaria de Valencia (APV).
Ante esta situación, la federación subraya que las modificaciones del proyecto «no se ajustan a la declaración ambiental de 2007», con lo que ve «innegociable» la realización de una nueva DIA que «garantice que las playas no se van a ver más erosionadas de lo que ya están».
«València ha cedido ya en demasiadas ocasiones al desarrollo del puerto a costa de la playa de Natzaret o de la huerta de la Punta con la ZAL (zona de actuación logística) y, sin, embargo no se ve avance alguno en las contraprestaciones que el Puerto tiene pendientes con la ciudad, como cesión definitiva de todos los terrenos desafectados de los usos portuarios para hacer realidad de una vez el parque de desembocadura», defiende.
Por todo ello, la organización avanza que presentará alegaciones al proyecto de la ampliación norte como hizo en 2007, además de mostrarse «radicalmente en contra del túnel del acceso norte, especialmente si es para camiones».