Andalucía ha registrado un 63 por ciento menos de migrantes llegados en pateras durante 2019. En total, 19.321 personas han alcanzado las costas andaluzas en estas condiciones, concretamente hasta el 15 de diciembre, una cifra mucho menor que la registrada durante 2018, cuando arribaron 52.211 en estas circunstancias.
Esta reducción en las llegadas se debe, según el Gobierno, a la intensificación en la lucha contra las mafias, la mayor cooperación con países como Marruecos o Mauritania y, sobre todo, la humanización del trato hacia estas personas en los puertos andaluces.
En este sentido, durante los últimos 18 meses de Gobierno «se han podido desarticular hasta 37 organizaciones», radicadas tanto en Marruecos como en España.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, asegura que se va a «seguir reivindicando ante la Unión Europea (UE) que el fenómeno migratorio es una circunstancia que atañe a todos los países, ya que las costas andaluzas no son sólo frontera de España sino de toda la UE» y, por tanto, ha añadido, «el tratamiento de estos flujos nos compete a todos».
HUMANIZACIÓN DEL TRATO
No obstante, a su juicio, la labor más importante es «humanizar el trato» hacia estas personas. Al respecto, ha recordado que cuando el Gobierno «toma posesión se encuentra con la más absoluta de las imprevisiones, ya que no solo no había estudios sobre las previsiones de llegada sino que las costas carecían de los recursos para recibirlos».
Por ello, en este corto periodo de tiempo, ha subrayado Lucrecio Fernández, «se han destinado muchos recursos públicos para humanizar el trato hacia estas personas y equipar los puertos», en este caso de Almería, Motril, Málaga y el de Crinavis, en el término municipal de San Roque (Cádiz).
Al respecto, ha explicado la Cruz Roja realiza el primer recibimiento y proporciona la primera asistencia humanitaria e, inmediatamente, después pasan a un Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), «unas instalaciones dignas donde a los inmigrantes se les leen sus derechos, se les identifica, y se les orienta sobre cuál puede ser su destino migratorio y donde pueden permanecer hasta tres meses». También se encuentran los Centros de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED).
A su juicio, «dignificar el trato humanitario no es otra cosa que preservar sus derechos humanos y dignificar la democracia española. Era indigno que en un país desarrollado, con una democracia avanzada, no se pusieran medios para garantizar los derechos humanos y tratarlos de manera digna. Así nos hacemos mucho mejor país».
LAS MUERTES EN EL ESTRECHO
En este sentido, ha asegurado que «el Gobierno sigue estando muy preocupado por las muertes que se producen en el Estrecho y en el Mediterráneo, es la gran asignatura pendiente de Europa en este sentido, y todos los esfuerzos que hagamos por evitar estas muertes serán pocos».
Por último, el delegado ha subrayado «el gran trabajo» de Salvamento Marítimo, así como que «en España los rescates se realizan desde lo público, es Salvamento Marítimo, el Gobierno, quien se encarga de rescatar a quienes ponen en peligro su vida estando en el mar».
Una vez localizada la patera, Salvamento los conduce al puerto más idóneo en ese momento para llevar a cabo el desembarco. «No se trata de dejarlos en cualquier sitio ni de cualquier forma, sino que se les deja en el lugar que en ese momento está mejor dotado para recibirlos», ha concluido Fernández.