Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes al Puesto Fronterizo Marítimo del Puerto de Tarifa han vuelto a colaborar con la gran labor que desarrolla Cáritas con los colectivos más desfavorecidos del municipio. En esta ocasión, la aportación viene en forma de alimentos para poder hacer más llevaderas estas fiestas y atendiendo a las necesidades de dicha organización, se han proporcionado 60 paquetes de café que serán han participado en esta campaña solidaria de recogida de alimentos para los más necesitados que Cáritas Diocesana realiza todos los años con motivo de la llegada de la Navidad.
Los agentes destinados en el Puesto Fronterizo Marítimo en Tarifa con un gran componente asistencial y humanitario han querido ayudar y auxiliar a los colectivos mas vulnerables. Aunque la crisis también afecta directamente al colectivo policial, todos los componentes de la plantilla policial han querido participar en la referida iniciativa, poniendo dinero de su propio bolsillo para comprar un total de 60 paquetes de café, siguiendo las indicaciones de los responsables de la acción caritativa y social de la Iglesia Católica. Los paquetes de café irán destinados a las personas mas desfavorecidas y a los colectivos en riesgo de exclusión social que son los mas vulnerables ante la actual coyuntura socioeconómica.
Un año más, los funcionarios entregaron a los responsables a Cáritas los alimentos. Según palabras del responsable policial en la frontera, “es un deber como ciudadano, el ayudar a los demás pero en estas fechas cercanas a navidad, todos tenemos que hacer un esfuerzo de solidaridad para con el prójimo y por supuesto los agentes de la Policía Nacional de Tarifa que día a día se esfuerzan y ponen todo su empeño e incluso sus vidas en juego para que podamos disfrutar de nuestros derechos y libertades constitucionales, no podían ser menos”
Esta actuación es la esencia de la Policía Nacional, fruto de la vocación y el espíritu de servicio de todos sus agentes. Por todos es conocida la abnegada labor que se realiza diariamente los agentes, en muchos actos humanitarios, algunos menores pero otros llevados hasta el extremo y que traspasan la frontera del deber y rozan la entrega al ciudadano sin límites.