La decisión de la Capitanía Marítima del puerto de Algeciras de desalojar los fondeaderos A, C y D, además de retirar los buques que había en la tarde del viernes en el pantalán de la refinería Gibraltar de Cepsa y en las terminales de contenedores de TTIA y APMT, ha permitido que las más de doce horas en las que la zona ha permanecido bajo alerta naranja por vientos y lluvias, se haya saldado sin incidencias destacadas.
Las rachas de más de 110 kilómetros por hora que han azotado a la zona del Estrecho ponía en peligro a la veintena de barcos que permanecían fondeados en la zona, por los que a última hora de tarde, el Capitán Marítimo, Julio Berzosa, ordenó el desalojo de todos los fondeaderos a excepción del B, cuyos barcos fueron obligados a permanecer con las máquinas preparadas para arrancar y la mayoría de los grilletes en el agua para un mejor fondeo.
Esto ha evitado que pudiese producirse algún incidente marítimo den envergadura. Si tuvo que intervenir Salvamento Marítimo en el rescate de un velero de unos veinte metros de eslora que tuvo que ser atendido por el buque Aitana del Mar, hasta la llegada de un recmolcador de Salvamento que se encargó de remolcarlo al puerto de Algeciras.