El presidente de ICFA y secretario general de la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), Javier Garat, ha aprovechado su intervención en el Simposio Internacional sobre Sostenibilidad Pesquera, que celebra la FAO esta semana en Roma, para animar a las fundaciones y ONG ambientalistas a trabajar junto con la industria pesquera, los científicos y los gobiernos en la mejora de la gestión de la pesca en todo el mundo, “en lugar de gastar cientos de millones de dólares cada año para promover limitaciones e incluso la prohibición de la pesca, principalmente a gran escala, con la excusa de la conservación”.
“Las empresas pesqueras necesitan seguridad jurídica, estabilidad, previsibilidad e igualdad de condiciones. Los pescadores y las compañías pesqueras tienen que cumplir con cientos de regulaciones y normas en constante cambio”
Tras recordar a los “los cientos de miles de pescadores y compañías pesqueras que están trabajando duro para traer productos pesqueros sostenibles al mercado”, con el objetivo de “alimentar a la población mundial con la proteína animal más saludable, y crear riqueza y empleo a través de toda la cadena de valor, con el menor impacto ambiental posible”, Garat se ha preguntado: “¿Por qué estos grupos ambientalistas no pueden gastar su dinero en solucionar problemas donde existen, en lugar de atacar a las pesquerías en general bien administradas?”.
Para el secretario general de Cepesca es necesario generar confianza entre todas las partes y conceder la presunción de inocencia a la industria pesquera, muy frustrada hoy en día debido a la presunción de culpabilidad que se le achaca de manera arbitraria. En su opinión, sería más positivo y productivo para todos sumar esfuerzos en la mejora de la gobernanza general de la pesca: “invertir en programas de recopilación de datos y análisis científico para que los expertos puedan realizar mejor su trabajo, o en nuevas tecnologías para que los artes de pesca sean más selectivos”, y así “participar activamente en el proceso científico que sustenta la gestión pesquera efectiva, en colaboración con todas las partes interesadas y los gestores pesqueros”.
Simplificar las reglas y luchar contra la pesca ilegal
En otras palabras, la patronal española ha abogado ante la FAO por generar confianza entre todas las partes, expandir la gestión responsable a los lugares donde no existe, y simplificar y equiparar las normativas. “Las empresas pesqueras necesitan seguridad jurídica, estabilidad, previsibilidad e igualdad de condiciones. Los pescadores y las compañías pesqueras tienen que cumplir con cientos de regulaciones y normas en constante cambio. No necesitamos más reglas, necesitamos un esfuerzo serio para simplificar estas reglas”, ha señalado Garat.
En esta misma línea de discurso, Garat ha puesto sobre la mesa el impacto socioeconómico negativo de la pesca ilegal, no documentada y no reglamentada (INDR) para las empresas pesqueras y los pescadores responsables-“tememos que el aumento de la población mundial y la demanda de pescado pueda ser un incentivo para una mayor actividad INDR”- y ha abogado ante la FAO por concentrar los esfuerzos en expandir la gestión responsable y sostenible a los lugares donde no existe. “En lugar de seguir elevando los estándares a aquellos que son responsables y sostenibles, los esfuerzos deberían concentrarse en aquellos que no lo son y que necesitan apoyo para mejorar sus capacidades”.
Para finalizar, el secretario general de CEPESCA ha hecho hincapié en los esfuerzos que están realizando los actores responsables de la industria pesquera global en su “búsqueda de una asociación que les permita trabajar juntos y con otros actores que deseen lograr el equilibrio adecuado para alimentar al mundo y al mismo tiempo mantener medios de vida y hábitats sostenibles”.