La Confederación General del Trabajo (CGT) ha manifestado su incredulidad al conocer que la sociedad de Salvamento Marítimo, dependiente del Ministerio de Fomento, será galardonada por la Asociación Española de Periodistas Náuticos (AEPN) a finales de octubre en Alicante.
La AEPN ha anunciado que hará entrega de este premio a Benito Núñez Quintanilla, que como alto cargo del Ejecutivo de Sánchez se encargará de recoger un reconocimiento a la labor de rescate y lucha contra la contaminación de este organismo público.
CGT ha manifestado su total asombro por este premio, puesto que la dirección de este servicio público llevó a cabo hace meses un cambio radical en el protocolo de atención de las emergencias en la mar. Las nuevas directrices forzaron la desaparición – tanto en los perfiles en las redes sociales como en la web oficial del organismo -, del 90% de los datos referidos a los rescates que las tripulaciones realizaban de seres humanos en el mar de Alborán y en el Estrecho de Gibraltar.
En este sentido, la organización anarcosindicalista ya denunció ante la prensa y ante la sociedad la gravedad de esta medida, pues por un lado se estaba negando el derecho a saber sobre el estado y paradero sus seres queridos a miles de personas cuyos familiares y amigos se habían lanzado al mar, desde el norte de África principalmente, para llegar hasta Europa en busca de un futuro mejor, y por otro se estaba escondiendo las condiciones en las que esos rescates se estaban -y se siguen-, llevando a cabo, con una incidencia directa en la salud y en la seguridad de los trabajadores y los náufragos. Además, desde CGT indican que la transparencia en el tratamiento de estas labores de rescate en el mar no es precisamente algo que haya que reconocerle a la dirección de Salvamento Marítimo, que continúa ignorando las peticiones que desde este sindicato y desde la sociedad civil se realizan en este sentido.
El sindicato recuerda que tuvieron que ser los propios trabajadores de Salvamento Marítimo quienes daban información sobre los rescates, sobre todo de aquellos que resultaban ser más peligrosos y numerosos por la cantidad de horas que pasaban en la mar y por las condiciones en las que tenían que llevarlos a cabo.
CGT apunta también a la condición de “ente público” de Sasemar y al compromiso que debe tener con la sociedad en cuanto a transparencia, algo que una asociación de profesionales del periodismo debería considerar al entregar un reconocimiento de estas características a quienes practican la opacidad en una sociedad democrática y con derechos y libertades, como el derecho a la libertad de información, reconocido y protegido.
Por último, CGT insiste en la necesidad de revertir estas medidas desinformativas puestas en marcha por la nueva dirección de Sasemar, recordando que la situación de las plantillas de profesionales de Salvamento Marítimo sigue siendo precaria en un servicio esencial para la ciudadanía y con un importante reconocimiento a nivel mundial.