Los científicos y divulgadores de la plataforma Ecomandanga han lanzado el comunicado ‘Usemos la ciencia para salvar el Mar Menor’ tras el último episodio «dramático» en la historia de la laguna, con la aparición este fin de semana de miles de peces y crustáceos muertos o agonizantes en sus orillas «en busca de un oxígeno que esas aguas ya no podían proporcionarles».
«Si no cambian las cosas, el Mar Menor va camino de colapsar, lo que conllevaría un desastre ecológico y económico de valor incalculable. Los ciudadanos tenemos que exigir medidas basadas en el criterio científico contrastado que aseguren la recuperación del Mar Menor», aseguran sus responsables, que ya han recogido más de 700 firmas de apoyo, incluyendo alrededor de 200 profesionales de la investigación científica.
Según los científicos, dadas sus pequeñas dimensiones y particularidades ecológicas, «el Mar Menor puede ser el primero de muchos espacios naturales emblemáticos en sucumbir a las fuertes presiones humanas a las que vienen siendo sometidos».
Ya que, desde hace décadas, «venimos sometiendo a los ecosistemas ibéricos a nuestras actividades» por lo que «urge tomar medidas de mitigación si queremos afrontar con garantías el cambio global en curso. Esperar a un estado avanzado de degradación para actuar, solo disminuye las posibilidades de éxito», alertan.
UN COLAPSO ANUNCIADO. Durante años, los científicos de la Región de Murcia han alertado de las grandes cantidades de nutrientes que entraban en las aguas del Mar Menor por vía superficial y subterránea, principalmente derivados de los fertilizantes aplicados en la agricultura intensiva del Campo de Cartagena.
Recuerdan que hace solo tres años, en 2016, saltaron todas las alarmas: el Mar Menor se convirtió en «una gran sopa verde» cuando los mecanismos de amortiguación, que permitían que la laguna asimilara estas grandes cantidades de nutrientes, se vieron sobrepasados.
Tras el episodio de «sopa verde» de 2016, el Gobierno regional creó el Comité Científico del Mar Menor, pero «las propuestas de los científicos se han ignorado durante más de 30 años y no han sido consideradas ni siquiera estando integrados en este órgano consultivo», señalan los promotores de este comunicado, al que ha tenido acceso Europa Press.
Mientras, «en estos últimos tres años no se han tomado las medidas necesarias a nivel político para revertir la situación e incluso se ha llegado a afirmar que el Mar Menor iba camino de la recuperación, a pesar de que sus aguas seguían conteniendo altos niveles de nutrientes, la causa principal del problema», apuntan.
Ahora, los representantes políticos de la Región están señalando a la Dana o gota fría, que asoló numerosos pueblos y ciudades del Levante peninsular el pasado septiembre, como único culpable de la situación actual de la laguna pero «no se sitúa el foco sobre el hecho de que la fragilidad del Mar Menor es fruto de una mala gestión durante años. El Gobierno regional no tiene ningún plan serio de mitigación o adaptación ante este tipo de fenómenos, que se van a intensificar con la crisis climática», reclaman los científicos en su comunicado.
Los investigadores alertan de que, además de la agricultura, otros sectores como la pesca y el turismo son también muy importantes en la Región de Murcia y pueden verse fuertemente dañados por la pérdida de salud del Mar Menor.
«No se puede mantener en el tiempo un sistema económico y social que genera un gran daño ambiental, y la manera en que se ha gestionado el regadío en el Campo de Cartagena constituye un ejemplo paradigmático», explican los científicos para añadir que «es la economía la que depende del medio ambiente, y no al revés».
Por ello consideran necesario alcanzar «un equilibrio entre los distintos y valiosos servicios ecosistémicos, como los cultivos, la pesca o el turismo, que nos brindan tanto el Mar Menor como su cuenca vertiente».
Aún con todo, este grupo de científicos afirman que «más allá de buscar culpables, se trata de aplicar el conocimiento científico para tomar las medidas necesarias que garanticen la sostenibilidad de la economía regional y de nuestro patrimonio natural». Para que esto ocurra, reclaman una fuerte presión social acompañada de una importante inversión de recursos públicos.
«Los ciudadanos tenemos que exigir medidas basadas en el criterio científico que aseguren la recuperación del Mar Menor, en un contexto de crisis climática con sequías e inundaciones cada vez más frecuentes, y que permitan que podamos seguir disfrutando de esta joya única en la cuenca mediterránea, tanto nosotros como las generaciones futuras», concluyen.
ACERCA DE ECOMANDANGA. Ecomandanga es una iniciativa de divulgación científica iniciada en 2017 y liderada por investigadores especializados en el campo de la ecología y el cambio global, así como otros afines.
El objetivo de la misma es acercar a la cuidadanía la ciencia de primer nivel que se hace en las mencionadas áreas científicas a través de un lenguaje desenfadado y atractivo.
Asimismo, esta iniciativa propugna utilizar el conocimiento científico extraído del funcionamiento de la naturaleza para afrontar los desafíos actuales de la sociedad.