La situación de incertidumbre que planea sobre la negociación del V Acuerdo Marco del sector de la estiba se torna complicada y llena de pesimismo a las partes, a pesar de que los técnicos y abogados del lado social y de la patronal siguen centrados en intentar dar forma legal a los preacuerdos alcanzados en su día, con el objeto de acabar con las trabas que puedan surgir por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que ya amenazó a sindicatos y empresas con sanciones millonarias.
El 30 de octubre, habrá un nuevo encuentro plenario donde se van a volcar sobre la mesa las conclusiones de las diferentes reuniones técnicas a las que han asistido los dos presidentes de la mesa, nombrados por el Ejecutivo
A raíz del nombramiento de Julio Costas Comesaña y de Francisco González de Lena como miembros de la comisión negociadora, a propuesta del Gobierno, éstos, junto a los letrados de ambas partes, vienen manteniendo contactos para intentar alcanzar acuerdos dentro de un marco de seguridad jurídica que dote al sector de estabilidad pero, hasta el momento, las posturas siguen bastante alejadas.
El problema surge en que los trabajadores exigen una mayor protección ante el marco en el que quedarían encuadrados, ya que los Centros Portuarios de Empleo quedarían como “contratas” lo que, de cara al futuro, no garantizaría la estabilidad que reclaman para garantizar su actividad en las terminales. Los estibadores piden ser acogidos por las propias empresas, si finalmente no existe la posibilidad de conseguir esas garantías laborales para los CPE, algo a lo que se niegan las compañías por los costes que, entre otras cuestiones, pueden suponer.
La Mesa Negociadora volverá a reunirse el próximo día 24, después de la asamblea extraordinaria que el día anterior va a celebrar el sindicato Coordinadora y, sólo días después, el 30 de octubre, habrá un nuevo encuentro plenario donde se van a volcar sobre la mesa las conclusiones de las diferentes reuniones técnicas a las que han asistido los dos presidentes de la mesa, nombrados por el Ejecutivo.
Tanto empresarios como sindicatos han mostrado su intención de mantener el diálogo en todo momento, para tratar de evitar que la situación se pueda tornar en conflictiva, ante la posibilidad de que no lleguen las garantías que ambas partes reclaman.