Los países de la Unión Europea (UE) cerraron durante la pasada madrugada del martes las cuotas pesqueras del Báltico para 2020, que prevén recortes en la mayoría de especies para garantizar la sostenibilidad de las pesquerías.
Los ministros de Pesca de la UE acordaron durante un Consejo los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para diez de las especies de más valor comercial en esas aguas, que incluyen el bacalao, el salmón o el arenque.
El acuerdo alcanzado, que no afecta directamente a España porque la flota nacional no pesca en esas aguas, disminuye las posibilidades de pesca para la mayoría de las poblaciones de peces teniendo en cuenta los últimos consejos científicos que destacan las malas condiciones en el Mar Báltico.
En particular, los recortes más drásticos se establecen para las capturas de bacalao, con una disminución del 60 % en las aguas occidentales del Báltico.
No obstante, fija un aumento moderado para el arenque en el Golfo de Riga y el mantenimiento de los TAC para el salmón en el Golfo de Finlandia.
«Fue una decisión necesaria y responsable, pero difícil. Gracias a todos los países que pescan en el Báltico por ayudar a encontrar una solución», dijo el ministro de Agricultura y Silvicultura de Finlandia, Jari Leppä, cuyo país preside del Consejo de la UE hasta diciembre.
El Báltico fue la primera cuenca marítima europea en tener un plan plurianual para la gestión de la pesca y una de los primeras en implementar plenamente la obligación de desembarque.
Pese a los esfuerzos, que han permitido recuperar algunas poblaciones importantes en los últimos años, el ecosistema báltico es frágil y se ve afectado no solo por la pesca sino también por la contaminación. EFE