El Millán Picazo de Algeciras ha sido escenario este viernes del enésimo ejemplo de que en Algeciras algo especial se cuece desde tiempos inmemoriales. Seguro que si se pudiera hacer un recuento de todos los comentarios, críticas, desplantes y hasta acusaciones vertidas de manera gratuita por las redes sociales en referencia al Plan Director de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria, se contarían por miles, sin embargo, en la ocasión que desde el propio Puerto se plantea para acercar, aclarar y debatir con la ciudadanía todos los entresijos de estos proyectos, apenas si se contabilizan 40 personas en el graderío del salón de actos, de los cuales, casi una decena pertenecía a la propia APBA, entre técnicos, dirigentes, prensa y ponentes.
El presidente, Gerardo Landaluce, que minutos antes fue saludando amablemente uno a uno a los asistentes, tomó la palabra para hacer una introdución, que superó la media hora, en la que expuso de manera somera las ideas que están sobre la mesa de la institución portuaria para afrontar – en unos años y no de forma inmediata como se recalcó en varias ocasiones – las actuaciones que podrían ampliar las instalaciones para «seguir siendo competitivos», no sólo en el panorama nacional sino internacional.
Para ello se apoyó en varias proyecciones en las que se podía comprobar que lo que se pretende poner en marcha en la Bahía se queda corto para los planes que manejan otros enclaves como Tánger, Valencia o Sines, que multiplican por tres y hasta por cinco veces lo que se recoge en el PDI (Plan Director de Infraestructuras) de la APBA.
Posteriomente, y ya de una manera más técnica, el director de la APBA, José Luis Hormaechea, dio continuidad al encuentro detallando, de forma minuciosa y con datos, todos las posibilidades que se manejan para potenciar las posibilidades del Puerto de la Bahía de Algeciras en el futuro gracias a su expansión.
Con el convencimiento generalizado de que, o se sigue creciendo o la competencia terminará desbancando a la dársena algecireña de las posiciones de privilegio que ostenta actualmente, fueron abandonando sus asientos los asistentes a una cita más que esperada, pero que decepcionó por la escasa respuesta lograda, a tenor de lo mucho que se había hablado – y se seguirá hablando – en otros foros, principalmente por internet.