Tres equipos de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participan en la mayor expedición científica al Ártico de la historia. Se trata del proyecto MOSAIC que, a bordo del rompehielos de investigación alemán Polarstern, partió de Tromso (Noruega) el viernes para pasar un año a la deriva atrapado en el hielo a través del Océano Ártico.
Los investigadores españoles proceden del Instituto de Ciencias del Mar y del Instituto de Ciencias del Espacio/Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (ICE/IEEC), y han tenido financiación de la Agencia Estatal de Investigación, lo que les ha permitido participar en este proyecto denominado ‘Observatorio Multidisciplinar a la deriva para el estudio del clima Ártico’ (MOSAIC, por sus siglas en ingles).
El objetivo de la misión es estudiar el Ártico como epicentro del calentamiento global para obtener datos que permitan comprender mejor el cambio climático global. La expedición contará con un equipo de 60 investigadores expertos en investigación ártica, más unos 40 tripulantes (en turnos de unos dos meses), que operarán su instrumental a bordo del barco y en el hielo.
En el Ártico, los científicos estudiarán la atmósfera, el mar y el hielo, y cómo interactúan entre ellos, con el objetivo de comprender mejor cómo afectará el calentamiento global a la región ártica. El rompehielos Polarstern navegará en dirección noreste hacia el mar de Laptev, en la Siberia central, y se adentrará en la banquisa de hielo, en un emplazamiento seleccionado a partir de datos de satélite y radar, para quedar allí deliberadamente atrapado en el hielo.
Una vez fijado, el rompehielos viajará con el hielo a lo largo de una ruta conocida como deriva transpolar hacia el polo norte, lo cruzará y se dirigirá hacia el sur para desembocar en el estrecho de Fram, entre Groenlandia y el archipiélago de las Svalbard (Noruega), entre 12 y 14 meses después.