En las entrañas de la refinería Gibraltar – San Roque de Cepsa encontramos una planta dedicada a la fabricación de más de 400 tipos distintos de lubricantes, destinados, principalmente, a la automoción, maquinarias industriales, de barcos y un largo etcétera.
Debido a la naturaleza distinta de estos aceites, los responsables de este departamento en la factoría sanroqueña, con José Antonio Tirado a la cabeza, vigilan minuciosamente todos los procesos de fabricación para preservar su calidad, de ahí que estén agrupados en familias de productos para garantizar la calidad de cada bote que sale al mercado.
En formatos de un litro, de cinco,… hasta contenedores de 1000 litros, se paletizan automáticamente gracias a un sistema de lanzadera y entran en el almacén inteligente, que permite una capacidad de 28.000 paletas, repartidos en 18 niveles, gracias a la manipulación de siete transelevadores.
Fundamental resulta el papel que desempeña el sistema Easy WMS, un software capaz de gestionar con la máxima eficiencia el almacenamiento, buscando en todo momento la ubicación idónea para posicionarlo el producto y, a la hora de darle salida, el sistema de control localiza los más antiguos, es decir, los que entraron con antelación a estas dependencias, para darle prioridad en la salida, lo que supone un proceso altamente automatizado y que facilita muchísimo la gestión del almacén.
De las 110.000 toneladas que se producen al año, una parte importante es de lubricantes marinos, destinados, en un porcentaje que ronda el 80 por ciento, a los mercados español y portugués, encontrando en el puerto de Algeciras un gran aliado, debido a la cantidad de barcos que cada año transitan por estas aguas y que demandan estos productos que tienen sello sanroqueño y, por tanto, del Campo de Gibraltar.