El Gobierno de Gibraltar afirma haber tomado nota de los informes que sugieren que el «Grace 1» ha desembarcado su carga de petróleo en Siria, pero no obstante, antes de emitir un juicio definitivo, esperará el resultado de la reunión entre el Ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, y el Embajador iraní en Londres.
Cuando las autoridades de Gibraltar retuvieron el «Grace 1» en aguas próximas al Peñón, el gobierno iraní reivindicó la propiedad de la carga, a través de la National Iranian Oil Company. Además, aseguró repetidamente que el petróleo que se encontraba a bordo del buque no tenía como destino Siria. No obstante, las autoridades de Gibraltar identificaron pruebas claras a bordo del Grace 1 que demostraban que sí estaba destinado a la refinería siria de Baniyas, que es una entidad sujeta a sanciones por parte de la UE.
Teherán se comprometió, posteriormente, tanto en una reunión en Londres con el Ministro Principal de Gibraltar, el pasado 17 de julio, como por escrito, a que el buque y su carga – si Gibraltar los liberaba de su retención – no tendrían como destino ningún país sancionado por la UE.
Ahora, Gibraltar espera los detalles de a quién vendió la National Iranian Oil Company el petróleo que había a bordo del «Grace 1», antes de reaccionar ante lo que podría ser una violación flagrante y contumaz de los compromisos dados por Irán al Gobierno de Fabián Picardo en una Nota Verbal formal y diplomática.
Si los informes demuestran que el petróleo ha sido vendido a Siria, no servirá de nada la palabra escrita del Gobierno de Irán sobre ningún asunto, según asegura el Ejecutivo gibraltareño en un comunicado. El mundo estará en mejores condiciones de juzgar la posición de Irán en otras materias más trascendentales, sobre la base de las acciones que se desarrollado en este caso, en el que han estado bajo el microscopio del escrutinio internacional. Antes de eso, sin embargo, Gibraltar va a esperar una declaración oficial del Gobierno del Irán o de la National Iranian Oil Company.