El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha visitado este martes en A Coruña el buque de investigación oceanográfica Miguel Oliver que, junto con el Vizconde de Eza y el Emma Bardán, forman un equipo de tres modernos barcos, propiedad del Ministerio, destinados a la investigación en materia de recursos pesqueros y de las características del medio, para poder realizar una gestión sostenible y eficaz de los recursos.
Para ello, los buques cuentan con la última tecnología en materia de investigación oceanográfica y pesquera y un excelente equipo humano multidisciplinar que sirve de apoyo a los expertos y científicos que realizan las diferentes campañas de investigación pesquera. Actualmente, el Miguel Oliver cuenta con 23 tripulantes y 20 investigadores.
En su intervención, el ministro ha destacado las principales tareas que realizan estos tres buques, centradas en la obtención de datos biológicos para conocer la situación de los caladeros, el estudio de los ecosistemas marinos que permitan tomar las mejores decisiones para su conservación, y el estudio del relieve y la composición de los fondos marinos y su actividad sísmica, en aguas de la Zona Económica Exclusiva.
Gestión sostenible basada en el conocimiento
Por otra parte, el ministro ha recalcado que los buques oceanográficos del Ministerio tienen como principio fundamental el conocimiento para una gestión sostenible. Estos buques ofrecen una valiosa información para garantizar las evaluaciones científicas suficientes que permitan cumplir los objetivos de la Política Pesquera Común (PPC).
Estos tres buques trabajarán para que las mujeres y los hombres que viven de la pesca sigan teniendo futuro, ya que hacen un “extraordinario trabajo científico” que incide de una manera determinante en la supervivencia de las poblaciones costeras.
Buque Oceanógráfico «Miguel Oliver»
En los doce años de historia, el Miguel Oliver ha llevado a cabo numerosas campañas de investigación en el Golfo de Cádiz, en el Cantábrico y en el Mediterráneo. Además, ha colaborado en tareas de investigación pesquera y oceanográfica en lugares muy diversos, como las campañas de cartografiado en la Zona Económica Exclusiva de Uruguay, campañas multidisciplinares en la Patagonia o su participación en el Proyecto Nereida, en colaboración con otros miembros de NAFO, como Canadá.
En este contexto, el ministro se ha referido a la campaña Descarsel, que el buque Miguel Oliver inició el pasado día 30 de agosto para el estudio de estrategias de reducción de descartes y especies no deseadas, es decir, aumentar la selectividad y mejorar la supervivencia de la pesca de arrastre en el caladero Cantábrico-Noroeste.
Según ha explicado, los estudios que se van a llevar a cabo en este buque estarán enfocados a la aplicación de la normativa de obligación de desembarque y, en concreto, para tener apoyos científicos para aquellas situaciones especiales que puedan ser de interés para la flota española.
Los principales objetivos de esta campaña son el análisis de la selectividad pesquera de distintos dispositivos, el estudio de la supervivencia de especies de peces e invertebrados demersales o el estudio del comportamiento de las especies y el funcionamiento de dispositivos que mejoren la selectividad. Los resultados servirán para argumentar las exenciones de obligación de desembarque en los planes de descartes que se presentan anualmente.
En definitiva, ha recalcado el ministro, el concepto de sostenibilidad está presente en todas estas actuaciones. Tanto la sostenibilidad del buque, con un equipamiento que cumple la normativa ICES 2019 sobre emisiones de ruidos y vibraciones, como la sostenibilidad de la actividad pesquera en relación con el medio marino.