Muchos han sido los campogibraltareños que, desde que “apareció” en aguas de la Bahía de Algeciras, se han preguntado: ¿por qué ha fondeado en aguas próximas a Gibraltar y no en las del puerto de Algeciras?. Según ha podido saber El Estrecho Digital (EED), la negativa de las autoridades españolas a expedir los visados del personal, a sólo días de la llegada de la mayor grúa flotante del mundo a la Bahía, acabó echando para atrás la operación que hubiese reportado importantes beneficios a las empresas portuarias de la zona.
Las autoridades españolas no concedieron a los 150 trabajadores del barco grúa flotante más grande del mundo, los visados para poder desembarcar
Según la información a la que ha tenido acceso EED, en principio, estaba previsto que la “Sleipnir” fondease en aguas del puerto de Algeciras para ser objeto de varios trabajos de mantenimiento, inspecciones submarinas, recogida de residuos y, lo más importante, abastecimiento de Gas Natural Licuado (GNL). Uno de los servicios que la Comunidad Portuaria (COMPORT) de la Bahía de Algeciras se está encargando de trasladar al resto del mundo como uno de los principales enclaves de cara a la reconversión que se avecina en el mundo marítimo de cara a 2020. Todo estaba previsto, incluido el plan de seguridad, en el que la Capitanía Marítima del puerto algecireño ha venido trabajando durante casi un mes.
En la operación estaba previsto que participase hasta medio centenar de empresas de servicios de la Bahía de Algeciras que habrían facturado entre 800.000 y un millón de euros por ello, además del prestigio que una actuación de este tipo otorga al puerto en cuestión.
Pero todo se truncó. Las autoridades españolas no concedieron a los 150 trabajadores del barco grúa flotante más grande del mundo los visados para poder desembarcar, ya que se trata de ciudadanos naturales de Singapur que iban a entrar en territorio Schengen. Al parecer, y según la información a la que ha tenido acceso El Estrecho Digital, la negativa el Ministerio de Trabajo se debió a que el sistema informático no podía leer el código que les permitiría entrar en suelo español, una vez reconocido sus contratos de trabajo. Además, Aduanas también impidió la descarga de varios contenedores necesarios para el trabajo que este buque de bandera panameña iba a realizar en la zona. Ante esta situación, y a pesar de los infructuosos intentos de la empresa consignataria por que la operación se realizase en Algeciras, el armador del buque decidió solicitar el fondeo en el puerto de Gibraltar.
Sin ningún tipo de problemas y al no ser considerada la colonia británica como territorio Shengen, los operarios del “Sleipnir” pudieron desembarcar al igual que los contenedores necesarios para la operativa y ahora se espera que, a lo largo de las próximas horas, un buque cargado de GNL llegue a la Bahía de Algeciras para – en aguas que gestiona el puerto gibraltareño – realizar una operación de abastecimiento de combustible que hubiese supuesto un importante ingreso para medio millar de firmas que conforman el sector servicios del puerto de Algeciras y que han visto pasar de largo una gran oportunidad de negocio y de imagen para nuestro puerto por “culpa” de la burocracia.
Una situación que ha venido siendo denunciada, desde hace años, por la Asociación de Empresas de Servicios de la Bahía de Algeciras (AESBA), que en más de una ocasión ha hecho públicas las trabas que desde la Administración se han puesto para diferentes operaciones a bordo de buques o con personal procedente de países de fuera de la Unión Europea.