El grupo Verdemar Ecologistas en Acción ha señalado al ferry de la compañía Balearia, Avemar Dos, como responsable de un nuevo episodio de contaminación atmosférica en la Bahía de Algeciras.
Al parecer, este buque que ofrece cuatro salidas diarias entre Algeciras y Tánger Med, ha emitido una serie de gases sin que, hasta la fecha, se haya actuado con contundencia, por lo que Verdemar recomienda «una actualización inmediata de los casos de contaminación atmosférica, la paralización de buques para revisión, arreglo, multa y retención si procede». Además sería interesante aplicar la «navegación económica» ya que tantos los beneficios ambientales y económicos serían a destacar.
Precisamente, en las últimas horas, el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, ha asegurado que ya se trabaja con las navieras para intentar conseguir en futuras ediciones de la OPE, una modernización de la flota, ya que a lo largo del operativo han sido numerosas las quejas sobre la contaminación atmosférica que han provocado principalmente los buques de las compañías marroquíes que participan en el dispositivo y que cuentan con más de 30 años de antigüedad.
«Se está trabajando con las navieras para recordarles que la renovación de la flota es una de las condiciones inexcusables para garantizar la efectividad de la Operación», señala Fernández, quien insiste en que, «además se garantizaría la eficiencia energética y se darían más rotaciones diarias»
Verdemar recomienda «una actualización inmediata de los casos de contaminación atmosférica, la paralización de buques para revisión, arreglo, multa y retención si procede»
Además de dióxido de carbono (CO2), los barcos emiten varios contaminantes que propician el calentamiento global, como partículas en suspensión, óxidos de nitrógeno (NOx) y óxido nitroso (N2O). Todos estos contaminantes contribuyen al cambio climático tanto directamente, actuando como agentes que retienen el calor en la atmósfera, como indirectamente, al fomentar la creación de más gases de efecto invernadero.
Estas finas partículas en suspensión, más conocidas como hollín, se crean por la combustión incompleta de un combustible fósil como el petróleo o el carbón. Los motores viejos y un escaso mantenimiento de éstos también contribuyen a una combustión incompleta, por lo que las partículas emitidas calientan de manera importante, tanto la atmósfera como la nieve o el hielo al depositarse sobre éstos, y contribuyen al calentamiento de dos maneras diferentes: a través de la absorción directa del calor en la parte superior de la atmósfera y reduciendo el albedo o reflexión de la Tierra. Al contrario que los gases invernadero, las partículas son sólidas, no un gas, y calientan al absorber la luz del sol en lugar de los rayos infrarrojos o terrestre.
Más del 90% del comercio mundial se realiza por mar a través de unos 90.000 buques. Al igual que otros modos de transporte que utilizan combustibles fósiles, los barcos emiten dióxido de carbono, lo que contribuye significativamente al cambio climático y a la acidificación del océano. Además de dióxido de carbono, los barcos también emiten una serie de contaminantes que agravan el problema.
La industria naval es responsable de una gran parte del problema del cambio climático. Más del 3% de las emisiones globales de dióxido de carbono pueden relacionarse con el transporte naval. Se trata de una cantidad comparable a la de los principales países emisores de carbono, y el sector sigue creciendo.
De hecho, si el transporte naval del mundo fuese un país, sería el sexto emisor de gases con efecto invernadero. Sólo los Estados Unidos, China, Rusia, India y Japón emiten más dióxido de carbono que la flota mundial. Sin embargo, las emisiones de dióxido de carbono procedentes de embarcaciones no están reguladas.