La Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA) en Baleares ha pedido este sábado «rigor» en el análisis de la actividad del sector ya que se compara la contaminación de los cruceros llegados a Palma en 2018 con el vertido del petrolero Prestige en 2002.
«Estamos abiertos al debate, pero pedimos que se haga con rigor y seriedad», ha manifestado el director en España de CLIA, Alfredo Serrano, en una nota difundida por CLIA.
En ella, Serrano se ha referido al planteamiento que asegura que los cruceros llegados a Palma en 2018 habrían quemado hasta 63.369 toneladas de combustible durante su amarre en el puerto, mientras que el petrolero Prestige vertió en aguas gallegas cerca de 70.000 toneladas en el 2002.
«Comparar el combustible consumido con el vertido del Prestige no tiene más objetivo que el de llamar la atención de una manera efectista, para seguir desinformando con fines ideológicos, es como si dijeran que los coches que circulan por la isla vierten combustible en las carreteras, y no que lo consumen», replican desde CLIA, entidad que reclama la aportación de «estudios» que respalden las afirmaciones de la entidad ecologista.
Políticas medioambientales de los cruceros
En clave ambiental, CLIA asegura que los cruceros deben cumplir con políticas medioambientales y, además, detallan que los 280 cruceros en operación representan menos del 1%de la flota mundial.
«Son con mucha diferencia los barcos más modernos y ecológicos que navegan en la actualidad», asegura la patronal de los cruceros. Así, apelan a las inversiones del sector en barcos propulsados por Gas Natural Licuado, sistemas de lavados de gases de escape o la posibilidad de utilizar una conexión eléctrica de tierra evitando tener que mantener los motores en puerto.
En la misma línea, CLIA ha apuntado que ni el estudio efectuado por la Universitat de les Illes Balears (UIB) sobre la contaminación en el puerto de Palma ni el Informe de Calidad del Aire de 2017 del Govern «aportan conclusiones» que señalen a la actividad de los cruceros como «responsable principal» de la contaminación en Palma.
La patronal de los cruceros se remite a un estudio de la UIB, la Cámara de Comercio y Autoridad Portuaria que fija en 256 millones de euros la aportación del sector al Valor Añadido Bruto (VAB) de Baleares que, según afirman, genera unos 6.000 puestos de trabajo en el archipiélago.