Un fuerte olor ha delatado la presencia de una mancha de dos millas de diámetro (3,219 kilómetros), avistada en aguas de la Bahía de Algeciras, por lo que Verdemar ecologistas en acción, ha solicitado la vigilancia ambiental de las playas de la zona con controles de presencia del combustible y calidad del agua.
Además, los ecologistas reclamaron que los ayuntamientos activasen también un dispositivo de control en su litoral ya que el vertido con el viento de Levante, estaba llegando a la playa de La Concha en El Rinconcillo, Algeciras.
«La playa de Concha se ha convertido en los últimos años en el saco de contaminación de la Bahia de Algeciras», afirman los ecologistas que insisten en que «la mayoría de vertidos por accidentes de bunkering llegan a esta playa».
Según el Ministerio de Transición Ecológica, cuando los hidrocarburos se derraman en el mar, éstos sufren varios cambios físico-químicos. Algunos de estos cambios hacen que los hidrocarburos desaparezcan de la superficie del mar mientras que otros hacen que los hidrocarburos persistan. Aunque el medio marino consiga finalmente asimilar los hidrocarburos derramados, el tiempo que tarde este hecho en producirse depende de las características físico-químicas de los hidrocarburos y de los procesos naturales de meteorización que puedan tener lugar.
Las propiedades específicas tienen una gran importancia ya que influyen en el comportamiento de los hidrocarburos sobre la superficie del mar y en su velocidad de disipación mediante procesos naturales.