Agentes de la Guardia Civil han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas procedente de Marruecos por vía marítima, que operaba desde la desembocadura del río Guadalquivir utilizando un barco de pesca de arrastre para llevar la droga hasta el muelle pesquero de Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda. Una vez recibida la carga en alta mar de una embarcación nodriza, la droga era trasladada hasta Chiclana de la Frontera, donde contaban con una guardería. En la operación se han intervenido 2.000 kilos de hachís.
La investigación de la denominada ‘Operación Sicabo’ se inició el pasado 5 de marzo cuando agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de Cádiz identificaron a los responsables de un alijo que se había producido en el muelle pesquero de Bonanza, lo que permitió demostrar que el pesquero ‘Yegua López’, tras faenar a una hora inusualmente temprana y realizar una parada a unas 13 millas mar adentro, volvió a su base después de más de 20 horas de navegación sin haber realizado una sola captura.
La investigación de la denominada ‘Operación Sicabo’ se inició el pasado 5 de marzo
Además, pudo documentar que dos embarcaciones de madera se abarloaron al pesquero y trasladaron hasta el muelle 70 fardos de hachís envueltos en sacos de arpillera, que fueron cargados en una furgoneta y trasladados hasta la localidad de Chiclana, utilizando varios «puntos» en el muelle para dar seguridad a la carga, y una segunda furgoneta como lanzadera para alertar de un posible dispositivo de seguridad.
La guardería se ubicaba en una finca propiedad del principal investigado donde, tras constatar que era el lugar de custodia de la droga, se procedió a interceptar la furgoneta que traía los fardos. Una vez detenido el conductor y único ocupante del vehículo, los agentes comprobaron que la furgoneta circulaba con placas de matrícula falsificadas.
Así, con todos los indicios necesarios una vez constatado el modus operandi, ámbito espacio-temporal y jerarquía entre sus miembros, donde todo indicaba que podrían componer una organización criminal, el 10 de abril se llevó a cabo la fase de explotación de la operación, donde se practicaron detenciones y registros en Sanlúcar y San Fernando, además de un dispositivo por mar que permitió incautar el barco de pesca en alta mar mientras faenaba, así como la detención de todos sus tripulantes.
Según la Guardia Civil, las capturas del día que llevaban a bordo en el momento del asalto fueron entregadas bajo recibo en el Banco de Alimentos de Cádiz para su distribución entre los más necesitados. Además en uno de los registros realizado en Sanlúcar de Barrameda se intervino además una plantación de marihuana tipo indoor con 55 plantas. A los detenidos se les imputan los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y falsificación de placa de matrícula.