Los problemas que vienen afectando en las últimas semanas con mayor intensidad al Punto de Inspección Fronterizo (PIF) del puerto de Algeciras y las diferentes opiniones que sobre este asunto se han ido vertiendo, han llevado al presidente de ATEIA-Bahía de Algeciras (Asociación de Transitarios, Expedidores Internacionales y Asimilados de la Bahía de Algeciras), Manuel Cózar, a lanzar una reflexión con la que ha querido denunciar públicamente – a través de El Estrecho Digital – “la existencia de un frente común, activo desde hace años, cuyo objetivo es bloquear el crecimiento de nuestro puerto, ya que siempre han sido conscientes del peligro que les supone nuestro desarrollo”. Cózar habla, incluso, de “ataques de esa mano negra», a la que define como “la unión de diferentes entes empresariales y económicos que luchan por el desarrollo de su tierra”, la cual se ve favorecida por la indolencia y pasividad de los agentes económicos del Campo de Gibraltar y en concreto del puerto de Algeciras.
El presidente de ATEIA asegura que en Algeciras “sólo contamos con un tejido empresarial local de pymes con fuerzas de presión limitadas, ya que las grandes industrias, que sí tendrían peso específico y que están aquí instaladas, sus sedes están fuera de nuestra región y por lo tanto sus objetivos se difuminan por tener sus intereses repartidos”.
Aun así, el puerto algecireño sigue creciendo, pero “es necesario sacudir las conciencias de los ciudadanos de esta comarca, porque el desarrollo del puerto va directamente ligado al de esta zona”.
Cózar recuerda las amenazas que atañen en la actualidad al puerto algecireño, pulmón económico del Campo de Gibraltar, como “el desarrollo del puerto de Tánger Med, como hub de transbordo de contenedores, la línea de ferrocarril que comunica puertos portugueses con Andalucía y Valencia, evitando a los clientes pasar por Algeciras, la falta de desarrollo de zonas logísticas que impulsen el export / import, la necesidad de un tren de primer orden, priorizando el eje central, con precios competitivos para facilitar , el tan necesario impulso y el canibalismo entre puertos nacionales”.
Por ello, ante la situación generada por el colapso del PIF, que está creando una gran incertidumbre y preocupación en la comunidad portuaria de la Bahía de Algeciras, Manuel Cózar considera que “no se debe alentar la crispación, porque sólo perjudica en mayor medida al activar, aún más, los ánimos de los competidores, que ven cómo se airean las debilidades de este puerto”.
La asociación de transitarios aboga por dirigir sus reivindicaciones a Madrid
ATEIA viene llevando a cabo una serie de acciones conjuntas con las diferentes instituciones de cara a intentar encontrar, localizar e identificar los verdaderos objetivos y actores que han llevado a esta situación, desembocando en el colapso actual.
La asociación de transitarios aboga por dirigir sus reivindicaciones a Madrid, ya que “la dirección del PIF está muy involucrada, pero no tienen poder de decisión, haciendo lo que se puede con los efectivo que cuenta y poniendo parches donde puede, en cada momento”.
Además, ATEIA insiste en que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) “sólo puede reiterar sus reclamaciones sobre las necesidades, ya que no se puede olvidar que el actual presidente, Gerardo Landaluce, era el responsable comercial de este puerto y ha sufrido en primera persona, tales deficiencias, conociendo con detalle toda la problemática actual, siendo el primero en abanderar las reinvindicaciones de los empresarios”. “De hecho, se ha elaborado un completo y detallado informe sobre la situación del PIF , indicando las posibles soluciones e incidiendo en los puntos reales donde actuar”.
Cózar destaca, además, la actitud del nuevo presidente de Puertos del Estado, Salvador De la Encina, quien se ha mostrado dispuesto a abrir un diálogo entre ministerios, para acabar definitivamente con este problema. Una solución que pasa por, “sentar en una misma mesa a Puertos del Estado, Ministerio de Política Territorial y Función Pública, Ministerio de Industria y Comercio, Ministerio Agricultura y Pesca y Ministerio de Sanidad Consumo y Bienestar Social”, porque tal y como asegura Manuel Cózar, “estamos ante un problema de Estado y así debe ser tratado”.
Para ATEIA, los puntos principales donde actuar están focalizados en, “la falta de personal, incrementos de las inspecciones físicas y la polivalencia de las mismas”, por lo que las soluciones más urgentes pasan por, “un refuerzo de plantilla acorde a las necesidades, deslocalización real , que se dejen de realizar inspecciones documentales por parte de Sanidad Exterior cuando ya las hace también Sanidad Vegetal como ocurre resto de Europa, la implantación efectiva del sistema único VUA y la revisión de protocolos”.