Las autoridades marítimas de ambos países trabajan desde el pasado martes en los trabajos de contención del combustible derramado tras el hundimiento del buque de la naviera Grimaldi en aguas francesas y con 2.200 toneladas de fuel en sus depósitos.
En los últimos días permanecen activados tanto el Gobierno central como el vasco, que han movilizado a Salvamento Marítimo los primeros y a las áreas de Emergencias y Medio Ambiente los segundos, ante la posibilidad de que el combustible pueda llegar al litoral vasco. No obstante, teniendo en cuentas las predicciones meteorológicas, se estima que el riesgo es «escaso» y que hay margen hasta la semana próxima para, en su caso, minimizar los efectos al medio ambiente.
El ministro de Ecología de Francia, Francois de Rugy ha confirmado que el fuel llegará muy probablemente a las costas francesas a finales de esta semana, mientras se investiga si hay más fugas en el buque, hundido a 4600 metros de profundidad.
El barco, que iba de Alemania a Marruecos, sufrió un incendio a medio camino y, tras ser rescatadas las 27 personas que iban a bordo, se hundió a unos 4.600 metros de profundidad a aproximadamente 330 kilómetros de la ciudad francesa de La Rochelle. Tras grandes bolsas de fuel están a la deriva y se desconoce si existen fugas submarinas. En ese escenario, el Ministerio de Fomento activó ya el denominado ‘Plan Golfo de Vizcaya’, que coordina a las autoridades españolas y francesas en caso de accidentes en el Atlántico. Embarcaciones de pabellón español han sido desplazadas ya a la zona del siniestro.