El pleno del Parlamento Europeo ha respaldado este miércoles las medidas de contingencia para minimizar los daños que supondría para el sector pesquero una salida sin acuerdo del Reino Unido del bloque comunitario, que pasan por la posibilidad de acordar un acceso recíproco a aguas durante lo que queda de año o por la concesión de ayudas a los pescadores europeos.
Este plan de contingencia todavía debe ser negociado entre la Eurocámara y los Estados miembros y el objetivo es evitar un escenario en el que los buques europeos no puedan faenar en aguas británicas, algo que sucedería a partir del próximo 30 de marzo si finalmente Londres abandona el club europeo sin aprobar el Tratado de Retirada.
Así, la primera medida es que la UE y Reino Unido acuerden el acceso recíproco a sus aguas hasta el 31 de diciembre de este año. En ese caso, ambas partes mantendrían sus compromisos adquiridos en el reparto de posibilidades de pesca pactado en diciembre de 2018 por todos los gobiernos de la UE.
Por tanto, las propuestas aprobadas por la Eurocámara permitirán introducir un «proceso simplificado» para que las flotas de los Estados de la UE pidan autorización para pescar en aguas del Reino Unido y un procedimiento similar para los buques británicos que deseen faenar en aguas comunitarias.
Además seguirán estando permitidos los intercambios o transferencias de cuotas pesqueras entre el Reino Unido y el resto de los Veintisiete.
Esta regulación no incluye a Gibraltar y se aplicaría desde la fecha de salida del Reino Unido hasta el 31 de diciembre de 2019, siempre que Londres garantice la reciprocidad para los buques comunitarios.
En el caso de que Reino Unido no asegure el mismo trato, se ha enmendado la regulación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca para compensar a los buques que tengan que cesar temporalmente su actividad por el cierre de las aguas británicas.