El futuro de los más de 60 trabajadores vinculados a Trasmediterránea en el puerto de Algeciras sigue estando en el aire tras confirmarse la compra por parte de Armas, que, a través de la nueva empresa Artras, no termina de concretar su plan de reorganización para iniciar un nuevo rumbo en las líneas marítimas que mantiene en buena parte del litoral español.
El tira y afloja entre la compañía y trabajadores, con los sindicatos al frente, acaba de iniciarse y, aunque se hayan producido ya algunos avances, nadie se atreve a aventurar qué futuro le espera al más de medio centenar de empleados que siguen desarrollando su actividad profesional en la dársena algecireña, aunque rodeado de una profunda incertidumbre.
Mientras permanecen atentos a la llegada de noticias, el plan de cambio de imagen continúa en algunos barcos de su flota. Es el caso del Ciudad de Málaga, que cuenta con una eslora de 139 metros por 18.4 de manga, y que actualmente cubre la ruta entre los puertos de Algeciras y Tánger Med.
Desde finales del pasado mes de enero se encuentra en el Muelle de Isla Verde, donde está viéndose sometido a una serie de mejoras, aunque la más llamativa es la que se puede comprobar a simple vista con la rotulación de la nueva imagen de la compañía. Y se da la circunstancia de que no es la primera vez que cambia su imagen, contando con variaciones significativas por los colores utilizados en su trayectoria.
Este barco fue adquirido por la extinta ISNASA a los Astilleros de Huelva SA, bajo el primer nombre de Julián Besteiro, siendo botado en diciembre de 1995, pero por problemas económicos no terminaron las obras definitivas de su construcción, por lo que quedaron paralizadas hasta que en 1998 lo adquirió Trasmediterránea para ponerle el nombre de Ciudad de Málaga, siendo el segundo buque que recibe esta misma denominación.
En primera instancia empezó a cubrir la ruta entre Almería y Melilla, para posteriormente enlazar con Nador y acabar últimamente en la ruta del Estrecho.