La compra de Trasmediterránea por parte de la naviera Armas ha supuesto que la incertidumbre se apodere de los más de 60 trabajadores que quedan en el puerto de Algeciras de esta compañía, aunque desde el pasado 1 de enero, de manera oficial, han dejado de pertenecer a la misma, siendo despedidos para, de manera inmediata, pasar a formar parte de Artras, la nueva empresa que nace de la fusión entre Armas y Trasmediterránea.
Los planes tras esta fusión faraónica pasaban por dar rentabilidad desde el primer momento a este nuevo proyecto, algo que, al parecer, no estaba ocurriendo tras la compra efectuada, en un 92.7% del Grupo Trasmediterránea, en el año 2017, obteniendo la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en mayo de 2018, a lo que se une que no es la primera vez que Armas lleva a cabo una reorganización interna.
En el puerto de Algeciras, Artras, que cubre las líneas con Tánger Med y Ceuta, cuenta con una plantilla superior a los 60 trabajadores, entre el personal de tierra, tripulación y departamento de Carga. Todos ellos temen que estos nuevos planes pasen por el traslado a otros puertos de la geografía española para seguir desempeñando funciones similares o distintas en otras rutas marítimas del grupo, algo que no se descarta que ocurra, por lo que las dudas empezarían a convertirse en inquietud y podría poner en peligro la paz social reinante hasta ahora.