El pasado 21 de enero de 1919, el Senado de España aprobaba la construcción de la línea férrea Algeciras-Bobadilla-Madrid para unir el sur de España con Europa a través de los Pirineos con ancho europeo, lo que permitía el tránsito de los trenes que en la época operaban con el resto del continente. Un siglo después, el Campo de Gibraltar mantiene las mismas conexiones ferroviarias que se construyeron como consecuencia de esa orden, lo que viene siendo motivo de reivindicación y protesta por parte de colectivos sociales, sindicatos y organizaciones empresariales.
Este lunes se cumplen 92 días de aislamiento ferroviario como consecuencia de los destrozos ocasionados en la vía por los temporales de octubre pasado
Este lunes se cumplen 92 días de aislamiento ferroviario como consecuencia de los destrozos ocasionados en la vía por los temporales de octubre pasado, lo que ha llevado a la Plataforma de conocimiento @ndaluciabay 20.30 a reivindicar con diferentes actos la mejora de esta línea férrea. Su portavoz, Arantxa Montero, culpa de la situación que padecemos en el Campo de Gibraltar “al poco peso político de los dirigentes de la zona”.
Carlos Fenoy, presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, ha calificado esta reivindicación como “histórica”, a la vez que ha vuelto a insistir en que “es una cuestión de Estado”.
Ambos han coincidido en que “no se ha sabido calar en la ciudadanía con un mensaje que – en contra de lo ocurrido en Extremadura o Teruel – haya llevado a gran parte de la población a secundar las movilizaciones convocadas al respecto”. Tanto Montero como Fenoy coinciden en que “aún se está buscando la fórmula para hacer llegar a los ciudadanos que el desarrollo ferroviario es imprescindible para la dinamización de la economía del Campo de Gibraltar”.