La Capitanía Marítima de Pasaia (Guipúzcoa) ha denegado al pesquero Aita Mar, transformado en buque de salvamento, el permiso para zarpar al Mediterráneo para colaborar en las labores de rescate de inmigrantes que cruzan el mar con destino a Europa.
Daniel Rivas, portavoz de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), ha explicado a EFE que, tras entregar el pasado martes todos los documentos reclamados por los inspectores que durante tres días examinaron el buque, el miércoles solicitaron el despacho para viajar al Mediterráneo central, pero hoy han recibido la respuesta negativa por parte de la Capitanía Marítima, órgano dependiente del Ministerio de Fomento.
Fomento argumentó para impedir la salida del Open Arms una larga lista de incumplimientos de convenios internacionales que en ningún caso dependían ni del barco de la tripulación, como la obligación de desembarcar a los náufragos en un puerto seguro lo más cercano posible. En el caso del Open Arms, la decisión llegó después de varios rescates en aguas libias y su posterior traslado hasta puertos españoles. Sin embargo, lamenta Guitiérrez, en el caso del Aita Mari «todo son suposiciones de que vamos a infringir lar normas, porque por el momento no hemos ni arrancado motores».
Los abogados de esa organización están estudiando la resolución de la Capitanía Marítima para presentar un recurso y los responsables de la ONG informarán mañana en una rueda de prensa de la situación y de los pasos que darán a partir de ahora.
Tras superar la inspección la pasada semana, los planes de SMH consistían en zarpar esta misma semana, pero lo ocurrido el lunes con el Open Arms, al que la Capitanía Marítima de Barcelona denegó el despacho para zarpar, sembró la inquietud entre los impulsores de este proyecto, que han visto este viernes confirmados sus temores, según ha indicado Rivas.
No obstante, la situación no es idéntica, ya que el Open Arms regresó a puerto con migrantes a bordo, mientras que el Aita Mari ni siquiera ha podido cumplir su primera misión de salvamento.