Seguro que muchos algecireños la habrán echado en falta en los últimos días, no en vano, ha centrado la atención de cuantas miradas se han dirigido desde finales de noviembre hacia la Bahía de Algeciras desde la mayor parte de la ciudad, aunque desde la barriada de San García es desde donde se podía contemplar de manera más cercana.
El Thialf daba por concluidos los trabajos de puesta a punto a los que se ha visto sometido desde el pasado 21 de noviembre en el dique Exento del puerto de Algeciras. Consignado por la firma Inchcape, a esta bandeja flotante de 202 por 88 metros se le han sustituido tres de sus seis hélices, una labor más que compleja para la que se han necesitado 40 días. En concreto, en la tarde del pasado 31 de diciembre, dejaba las instalaciones algecireñas para hacer una escala posterior en aguas próximas a Gibraltar, desde donde pone rumbo a Israel, su próximo destino.
Los más curiosos que estaban acostumbrados a divisarla durante las últimas cinco semanas, habrán comprobado estos últimos días que se mantenía en la Bahía, pero más alejada de la ciudad que le da nombre a ésta, antes de abandonar la zona.