La Autoridad Portuaria de Málaga ha mantenido este jueves la última reunión de su Consejo de Administración en el ejercicio 2018, en la que el presidente del ente público, Paulino Plata, ha presentado el informe de gestión, en el que se prevé cerrar el año con un movimiento de tres millones de toneladas, un 5,7% más que en 2017, y un incremento del siete por ciento en el número de pasajeros, con 865.862 personas.
En lo que a tráfico de mercancías se refiere, el Puerto de Málaga afirma que mantendrá una tendencia ascendente hasta el cierre del año gracias a la importación de vehículos, que se incrementará 12% y el movimiento de contenedores, condicionado por la actividad del último semestre, que prevé un aumento del 81 % en el número de toneladas.
Por su parte, el tráfico de granel sólido mantendrá las cifras del ejercicio anterior y disminuirá el tráfico de granel líquido debido a la ausencia de operaciones de combustible en el recinto.
Al mismo tiempo, la evolución positiva se debe al impulso de la línea regular de pasajeros entre Málaga-Melilla, que supondrá un incremento del 20 por ciento, mientras que el turismo de cruceros mantiene sus cifras consolidando así su actividad.
El balance realizado por el presidente de la Autoridad Portuaria se ha centrado también en la previsión del cierre económico, cuya cifra de negocio podrá alcanzar los 18,7 millones de euros, esperando obtener un beneficio de 1,5 millones de euros.
Continuando con la reunión mantenida por el Consejo de Administración, otro asunto ha correspondido a la aprobación de un acuerdo de intenciones con el puerto de Tánger Ville y la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife (con quien existe un acuerdo previo de colaboración) para promover el tráfico de cruceros en la zona del Atlántico formalizando así el trabajo conjunto llevado a cabo durante los dos últimos años.
Los puertos de Málaga y Santa Cruz de Tenerife se sitúan en el ranking de los principales destinos de crucero a nivel nacional y Tánger Ville, por su parte, está alcanzando una importante posición en el Reino de Marruecos, invirtiendo en nuevas infraestructuras para acoger a los buques más grandes del mundo: la creación de una nueva estación marítima y la ampliación de la longitud del muelle principal para el atraque de cruceros son un ejemplo de ello.
Esta alianza permitirá ofrecer nuevos itinerarios por el Atlántico como alternativa a los destinos tradicionales (Caribe y Mediterráneo), atendiendo a la demanda de un sector en constante evolución. El resultado de la misma podrá impulsar estos destinos como puerto base y romper la estacionalización.
El acuerdo también incluye el desarrollo de bonificaciones que puedan fomentar el interés de las compañías de cruceros en las propuestas conjuntas y la creación de sistemas de información a compartir.