La costa gallega se ha cobrado la vida de cuatro pescadores en menos de 24 horas a consecuencia de dos naufragios. A mediodia del jueves, llegaba el primero, el del pesquero Sin querer dos, que se encontraba a cuatro millas y media de Cabo Fisterra, dejando tres fallecidos y un cuarto integrante de la tripulación del barco continúa desaparecido.
Salvamento Marítimo, que recibió la alerta a las 13:49 horas en el centro nacional de coordinación de Madrid, confirmaba el hallazgo de estos cuerpos y de la recuperación, con vida, de otros seis marineros.
Desde el centro en Finisterre de esta entidad dependiente del Ministerio de Fomento se desplegó un operativo conformado por el Helimer 401 (que divisó a uno de los fallecidos) y la embarcación Salvamar Régulus (avistó a otras dos víctimas mortales).
También han colaborado los buques más cercanos, como el Hermanos Silva y el Meira Da Costa, que han rescatado a los supervivientes de balsas salvavidas.
ESTA MADRUGADA. Sin apenas tiempo de asimilar lo sucedido en esta tragedia, durante la pasada madrugada ha llegado el segundo naufragio. A tenor de las primeras informaciones, un marinero ha fallecido y otros tres han sido rescatados en el puerto de Malpica tras hundirse O Silvosa. Según Protección Civil, el barco volcó tras salir del puerto y se fue a pique en torno a las 4.45, informa RadioVoz.
Al parecer el pesquero se vio envuelto en las corrientes corrientes que provocan las compuertas que hay en la dársena. La corriente lo envolvió y acabó volcando. Tres de los marineros pudieron saltar y fueron rescatados y el patrón, vecino de Malpica, debió quedar atrapado en el aparejo y no pudo salvarse. chocó contra uno de los muros de la dársena. Tres de los marineros pudieron saltar y fueron rescatados y el patrón, vecino de Malpica, debió quedar atrapado en el aparejo y no pudo salvarse.
De chocar contra los muros parece que no:
«O Silvosa» salía a faenar esta madrugada con cuatro tripulantes y no giró bien ya que se vio envuelto en las corrientes que provocan las compuertas que hay en la dársena. La corriente lo envolvió y acabó volcando. Tres de los marineros pudieron saltar y fueron rescatados y el patrón, vecino de Malpica, debió quedar atrapado en el aparejo y no pudo salvarse.