«La interrupción del servicio de trenes desde el Campo de Gibraltar, ocasionada por los destrozos sufridos en las vías a consecuencia de los fuertes temporales del pasado mes de octubre, fue un nuevo eslabón de la larga cadena de decepciones en que se ha convertido la historia reciente de nuestra conexión ferroviaria». Así lo expresó el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Manuel Morón, durante la lectura del manifiesto que puso fin a la concentración con la que en la tarde de este jueves se ha querido volver a reivindicar la mejora de las conexiones ferroviarias del Campo de Gibraltar.
Los trenes regionales descartados en Extremadura continuarían utilizándose entre Algeciras y Granada
«Sin fecha para el restablecimiento, la noticia llegó en medio de la perplejidad que produjo otro anuncio decepcionante: la intención del Gobierno de llevar a cabo las obras del tramo Algeciras-Bobadilla conforme a un proyecto que se aleja sustancialmente del original, y que abarata costes en su ejecución en la misma proporción que limita el despliegue de todo su potencial logístico y comercial», ha añadido.
Manuel Morón ha recordado que, justo antes de producirse el desmantelamiento de las vías por las lluvias torrenciales, «otro anuncio jalonaba esta secuencia de despropósitos. Los trenes regionales descartados en Extremadura continuarían utilizándose entre Algeciras y Granada. De no haberse paralizado el servicio, desde el 1 de noviembre contaríamos con estos trenes para cubrir los servicios de Media Distancia, a pesar de que su retirada en la vecina Comunidad Autónoma viene precedida de multitud de averías y quejas de las personas usuarias que precisamente motivaron su descarte».
Los nuevos Presupuestos Generales del Estado deben contener un cronograma cierto, con inversión plurianual seria y factible, que fije como objetivo la ejecución de una obra que es, la infraestructura de transporte pendiente con mayor tasa de retorno de todo el país
Ante esta situación, «el mejor escenario que podríamos tener ante nuestros ojos sería un servicio prestado por trenes de deshecho mientras se acometieran unas obras en el trazado, por importe de 350 millones de euros. Menos de la tercera parte de lo que costarían las obras realmente necesarias para garantizar que la conexión entre Algeciras y Bobadilla responde a las necesidades presentes y futuras de un tramo tan estratégico como postergado».
«El Ejecutivo de Pedro Sánchez, que tomó el relevo en el Gobierno Central hace apenas seis meses, generó expectativas muy positivas en el Campo de Gibraltar en materia de infraestructuras, habida cuenta del papel de su formación política en la oposición, donde defendió la prioridad de la conexión ferroviaria frente al ninguneo permanente y la inversión con cuentagotas en que se tradujo la acción del Ministerio de Fomento en la etapa anterior», aseveró el presidente de la APBA, quien considera que, de hecho, el cambio de proyecto que redujo de manera drástica la inversión pendiente para reformar de manera adecuada el trazado y sus características integrales, recibió una fuerte contestación social e institucional, y traducida en enmiendas presupuestarias que auguraban un mejor desenlace de los acontecimientos del que ahora tenemos ante nuestros ojos.
«Estos nuevos reveses no hacen sino acrecentar la necesidad de fortalecer nuestras alianzas en el territorio y reforzar nuestras demandas, que siguen siendo las mismas y que deben colocarse en el centro de la agenda política habida cuenta de lo que hay en juego», apostilló.
Para la Plataforma en Defensa del Ferrocarril del Campo de Gibraltar, «es de todo punto inadmisible que la comarca que tiene una parte fundamental de sus posibilidades de recuperación económica y social apostada a una conexión ferroviaria que permita fijar riqueza y generar empleo, esté en estos momentos viendo llegar y salir autobuses donde debería haber trenes, y moviendo las mercancías portuarias exclusivamente en camiones y barcos». Así las cosas, «es inaudito que una vez establecida la comunicación ferroviaria, esta vaya a realizarse con trenes obsoletos, y totalmente inaceptable que se tenga por bueno un proyecto de bajo coste como premio de consolación a décadas de retraso para cubrir expediente ante la UE y ante la sociedad campogibraltareña».
Los campogibraltareños concentrados a las puertas de la estación de Renfe en Algeciras consideran que los nuevos Presupuestos Generales del Estado — que en algún momento verán la luz – «deben contener un cronograma cierto, con inversión plurianual seria y factible, que fije como objetivo la ejecución de una obra que es, a día de hoy, la infraestructura de transporte pendiente con mayor tasa de retorno de todo el país y que, por tanto, es una obra de Estado».
La conexión ferroviaria entre Algeciras y Bobadilla, la finalización de la conexión interior hasta Madrid en base a los requerimientos europeos para su red de corredores Básicos, y su puesta en carga en un horizonte temporal ajustado a lo comprometido con las instituciones de la Unión Europea, «es un deber y como tal, no puede ser susceptible de compensaciones a la baja», según refleja el manifiesto que concluye afirmando que «es nuestro futuro, el futuro de la creación de empleo, de nuestro Puerto, de nuestras empresas y de nuestros jóvenes. Es además la revitalización de la economía de cuatro de las ocho provincias andaluzas, la oportunidad de materializar la tantas veces explicada diversificación productiva y de aprovechar las oportunidades públicas y privadas que se vinculan a una cadena logística de la que de momento sólo hemos oído hablar».