El Puerto de Bilbao ha acogido la II Jornada sobre Retolastre, «Convenio Internacional de Aguas de Lastre: aplicación y retos», dirigido a las empresas del sector portuario y centros tecnológicos y de formación interesados en conocer la aplicación y los retos que representa este convenio.
La jornada, organizada por la Autoridad Portuaria y AZTI, ha tenido como objetivo responder a los interrogantes que se suscitan en torno a este convenio de obligado cumplimiento para las autoridades competentes, que persigue evitar el traslado entre mares de especies invasoras y que afectará a 50.000 buques mercantes. Su aplicación, según la Cámara Internacional de Navegación (ICS), supondrá un coste de 100.000 millones de dólares.
Las especies acuáticas invasivas representan una gran amenaza para los ecosistemas marinos y el transporte marítimo constituye una importante vía para la introducción de especies en nuevos entornos. El problema se ha agravado a medida que el volumen del comercio y el tráfico se fueron ampliando a lo largo de los últimos decenios, en particular con la introducción de los cascos de acero que permiten a los barcos usar agua como lastre en lugar de materiales sólidos.
En muchos lugares los efectos de la introducción de nuevas especies han sido devastadores. Los datos cuantitativos indican que el índice de invasiones biológicas continúa aumentando a un ritmo alarmante. Habida cuenta de que el volumen de las mercancías que se transportan por mar continúa aumentando, es posible que el problema aún no haya alcanzado su punto máximo.
Es por ello que el Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques, iniciado en 2004 y aprobado en septiembre de 2017, tiene por objeto evitar la propagación de organismos acuáticos perjudiciales de una región a otra, estableciendo normas y procedimientos para la gestión y el control del agua de lastre y los sedimentos de los buques.