El pasado 7 de noviembre, ha sido publicada en el B.O.E. la Resolución de 15 de octubre de 2018 por la que se aprueba la carta de servicios del Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) del Puerto de Algeciras 2018-2020. Dicha Resolución obliga a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) a su publicación en la página web de dicho ente, su puesta a disposición a quien la solicite, así como su obligado cumplimiento al día siguiente de su publicación.
El colegio de agentes de aduanas y la Asociación de Transitarios (ATEIA) han mostrado su malestar porque casi un mes después de su aprobación no se ha publicado en la página web de la APBA, ni está a disposición de quien la solicita.
Transitarios y agentes de aduanas sigue mostrando su malestar ya que las mercancías siguen demorándose o reteniéndose en el PIF de Algeciras
Los Representantes Aduaneros, agrupados en tres asociaciones que aglutinan al 90 % de las empresas que desarrollan su labor en el PIF de Algeciras, han solicitado una reducción de horarios de inspección acorde al número de inspectores disponibles y a las necesidades reales en este organismo. Dicha solicitud se realizó para racionalizar los horarios de los propios inspectores y que las mercancías no se queden de un día para otro, o por lo menos, que se tenga más o menos certeza de cuándo quedarán despachadas.
Según un comunicado difundido por los afectados, “dicha solicitud no fue bien acogida por la APBA y por lo tanto no ha sido recogida en la carta de servicios fantasma del PIF de Algeciras”. ”La excusa fue la mala imagen que daría al puerto de Algeciras una limitación de horarios de inspección”, añade el documento.
Transitarios y agentes de aduanas sigue mostrando su malestar ya que las mercancías siguen demorándose o reteniéndose en el PIF de Algeciras. Los compromisos que, al parecer, recoge una carta de servicios de obligado cumplimiento y que desconocen en sus términos, no se cumplen. “Siguen desoyendo a quienes día tras día sufrimos lo indecible para que las mercancías salgan y que las demoras sean las menores posibles, aun costeando mayores plantillas para que los clientes no sufran”, explican los afectados, que denuncian que “un sábado o un domingo hay una reducción del 30% de las inspecciones con respecto a un lunes o martes ya que sólo hay dos veterinarios cuando un lunes o martes hay 10 o más”.
“La retención de las mercancías por una mala planificación en los servicios es la peor publicidad que un puerto puede tener, por lo que es preferible que haya menos horas de inspección, pero bien aprovechadas, que un servicio de 24 horas de retrasos en el mejor de los casos”, apostillan.