Agentes de la Guardia Civil y funcionarios de la Agencia Tributaria se han incautado de más de 1.250 kilos de cocaína procedentes de Ecuador en los puertos de Algeciras y Amberes, en una operación contra una red de tráfico internacional que transportaba cocaína desde Sudamérica a Europa.
La organización criminal internacional estaba integrada por 26 personas que han sido detenidas en el marco de la Operación Brocade-Fraternity, en las localidades malagueñas de Sabinillas y Fuengirola.
La investigación comenzó después de que la Guardia Civil y la Agencia Tributaria inspeccionaran en el puerto de Algeciras una partida de cinco contenedores procedentes de Ecuador que transportaban madera tropical en su interior. Los agentes aprehendieron en uno de ellos 797,7 kilos de cocaína.
La investigación ha estado dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Algeciras y la Fiscalía Especial Antidroga para el Campo de Gibraltar
A raíz de esta intervención, se inició una investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Algeciras y la Fiscalía Especial Antidroga para el Campo de Gibraltar, en torno a las personas que supuestamente participaron en la adquisición y exportación de esta partida de contenedores.
Tras una primera reunión en Málaga entre la Guardia Civil y la Policía Federal belga se llegó a la conclusión de que detrás de esta operación de narcotráfico se encontraba una organización criminal afincada en Bélgica que contaba con ramificaciones en España, Francia, Holanda, Colombia y Ecuador.
En un segundo encuentro en La Haya (Holanda) se acordó llevar a cabo una acción policial coordinada entre ambos países encaminada a conseguir la completa desarticulación de esta organización.
Un mes antes de la aprehensión en Algeciras tuvo lugar otra actuación en la que se localizaron 470 kilos de cocaína, en el puerto de Amberes (Bélgica) cuyas empresas importadora y exportadora y el «modus operandi» coincidían.
El líder de la citada organización criminal y varios de sus lugartenientes, todos ellos residentes habituales en Bélgica, se desplazaron hasta Fuengirola, donde se alojaron durante más de dos meses para monitorizar la extracción de los contenedores. Al carecer de suficiente capacidad logística en España, la organización mostraba un alto grado de desconfianza hacia su ramificación en el país y llevaba a cabo constantes medidas de contravigilancia y autoprotección, lo que demoró la extracción de los contenedores.
Cuando se llevó a cabo el traslado de la madera a una nave en el polígono industrial de Sabinillas, los agentes procedieron a detener a cuatro integrantes de la red que se encontraban en el interior de la misma en labores de vigilancia. Otras dos personas de origen magrebí – una residente en España y otra residente en Bélgica – que estaban monitorizando la maniobra desde un lugar próximo a la nave también fueron detenidas. Mientras el líder de la organización fue detenido en cumplimiento de una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) en Fuengirola.
Tras la conclusión de esta primera parte de la operación, se inició una segunda en territorio belga, con la detención de doce personas y la realización de otros tantos registros domiciliarios vinculados a la organización criminal, en los que fueron intervenidos diez vehículos de alta gama, artículos de joyería con un valor aproximado de 200.000 euros, 130.000 euros en artículos de marcas de lujo, terrenos por valor de 50.000 euros, dinero en metálico, numerosos terminales móviles y documentación de interés para la investigación policial.
La operación permanece abierta y no se descartan nuevas detenciones.