Los seis activistas de Greenpeace «retenidos durante 33 horas» a bordo de un barco que transportaba aceite de palma «procedente de la deforestación» han sido «liberados» por las autoridades españolas en Algeciras.
Así lo ha dado a conocer la propia organización ecologista, que recuerda que los referidos escaladores de Greenpeace abordaron este pasado sábado el buque ‘Stolt Tenacity’ logrando «retrasar su trayecto desde Dumai (Indonesia) a Rotterdam (Países Bajos) durante casi dos días.
Los escaladores realizaron una «protesta pacífica» a bordo del buque cisterna de 185 metros de largo que transportaba aceite de palma
Los escaladores realizaron una «protesta pacífica» a bordo del buque cisterna de 185 metros de eslora que transportaba aceite de palma del mayor comerciante del mundo, Wilmar International, «vinculado a la destrucción de la selva tropical de Indonesia».
«Al retrasar este envío de aceite de palma procedente de la deforestación, los activistas han puesto de relieve la urgencia de que la industria del aceite de palma cambie para prevenir una mayor crisis climática y de extinción de especies animales en peligro», ha manifestado Kiki Taufik, portavoz de Greenpeace a bordo del barco ‘Esperanza’, quien ha agregado que «esto debe comenzar por Wilmar, que puede y debe ser un ejemplo para los demás».
Los voluntarios de Greenpeace –procedentes de Indonesia, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá y Estados Unidos– escalaron el ‘Stolt Tenacity’ y finalmente, «ni la compañía naviera ni las autoridades han presentado cargos contra el grupo de escaladores», según los conservacionistas.
El barco ‘Esperanza’ de Greenpeace permanece en las inmediaciones para hacer seguimiento del carguero, «que todavía transporta aceite de palma procedente de la deforestación».
Según Greenpeace, los sectores de las plantaciones de aceite de palma y de pasta de papel «son los principales responsables de la deforestación en Indonesia». «Alrededor de 24 millones de hectáreas de selva tropical fueron destruidas en Indonesia entre 1990 y 2015», según «cifras oficiales publicadas por el Gobierno indonesio» citadas por Greenpeace.