El pleno de la Diputación de Cádiz debatirá esta semana sobre la «invasión» en el Parque Natural del Estrecho de una variedad de alga originaria del Pacífico occidental, conocida como alga ‘Rugulopteryx Okamurae’, altamente agresiva, y cuya causa principal es el «vertido descontrolado» de las aguas de lastre de los buques que operan en el Estrecho de Gibraltar y que cubren las líneas entre ambas zonas.
La proliferación de esta alga está produciéndose porque el transporte marítimo se ha incrementado considerablemente en las últimas décadas, así como el volumen de agua de lastre transportada, que consiste en el bombeo de esta agua tomada directamente del puerto de origen para ser almacenada en los tanques de lastre y, finalmente, descargada en el puerto de destino con el fin de embarcar mercancías según el tipo de buque.
La liberación de las aguas de lastre sin tratar en los puertos de destino abre la puerta a la invasión de los ecosistemas por parte de especies foráneas en el nuevo entorno
Este proceso permite al buque compensar la carga de cara a mantenerse estable, mediante agua de lastre tomada en puertos y bahías, rica en plancton. Además, conlleva que se introduzcan en los tanques una amplia gama de organismos que pueden ser transportados entre regiones alejadas. La liberación de las aguas de lastre sin tratar en los puertos de destino abre la puerta a la invasión de los ecosistemas por parte de especies foráneas, en el nuevo entorno.
El convenio internacional para la gestión y control de las aguas de lastre y los sedimentos de los buques entró en vigor en todo el mundo el 8 de septiembre de 2017. Así, en el marco de este convenio, todos los buques dedicados al transporte marítimo internacional deben llevar a cabo una gestión de su agua de lastre y sedimentos que se ajuste a la norma, de conformidad con un plan de gestión elaborado para cada buque, debiendo cambiar el agua de laste en alta mar.
En este sentido, el convenio permite verter a 200 millas de la costa y 200 metros de profundidad, que para los buques que entran en el Estrecho por el Mediterráneo es complicado, ya que la posible zona es ZEE de Argelia y navegar sin agua de lastre pondría en peligro la estabilidad del buque.
Los problemas que están causando estas algas en algunas de las localidades, especialmente en Tarifa, está haciendo que no sólo se vea afectada la localidad por el impacto visual, sino que además hay otras consecuencias como playas totalmente inaccesibles, como la de la Caleta; malos olores en todas las zonas aledañas a causa de la fermentación-putrefacción; la desaparición de ciertas especies marinas como el erizo de mar de la zona; la pesca artesanal y marisqueo que se hacen impracticables y, por último, el propio sector turístico, ya que al ser Tarifa una población que vive fundamentalmente del turismo, los efectos pueden ser muy graves de no persistir el problema.
Por todo ello, la Diputación va a debatir sobre este asunto, con el objeto de instar al Ministerio de Fomento a que se tomen medidas urgentes para solucionar este problema de forma inmediata, que pasarían por la labor de reconocimiento y certificación de los buques, y ordenando a la APBA y a Capitanía Marítima del Estrecho cumplir con la ley para garantizar que el buque no descargará agua de lastre hasta que pueda hacerlo sin presentar un riesgo para el medio ambiente, la salud de los seres humanos, los bienes o los recursos.