Dicen que una imagen vale más que mil palabras y también los hay que aseguran que se necesitan muchas fotografías, posiblemente miles, para explicar la evolución que ha sufrido Algeciras en las últimas décadas, dejando poco rastro de aquella ciudad marinera que tanto disfrutaban sus vecinos y visitantes.
Ahora, con la irrupción de internet, parece que se han abierto definitivamente las cajas de galletas donde los más veteranos del lugar guardaban imágenes que no habían visto la luz, salvo en los círculos más íntimos. Con ello ha proliferado una serie de colectivos que se dedican a recopilar todo lo acontecido en la zona, con estampas muy significativas que recogen los cambios que se han producido en la ciudad, principalmente en las zonas costeras.
Es el caso de la AEPA 2015, la Asociación de Emprendedores del Patrimonio Algecireño, integrada por personas muy inquietas y que cuentan con un denominador común: ser amante de la fotografía y de su tierra, combinando ambas cosas con el único fin de encontrar los motivos que han llevado a esta ciudad a lucir la fisonomía actual. Entre sus componentes, José María Contreras.