Una representación de la Asociación de Empresas Estibadoras, ANESCO, se ha reunido con responsables de Puertos del Estado para solicitar un plan de actuación urgente, y coordinado entre los Ministerios con competencias en la materia, que solucione el problema del descenso de la actividad portuaria en Melilla.
La patronal de la estiba ha alertado de la crítica situación por la que atraviesa la actividad portuaria melillense ante la persistente pérdida de contenedores estibados. Por ello, ANESCO ha instado a Puertos del Estado a que lidere la búsqueda de soluciones que impulsen de nuevo la actividad, abandonando su actual despreocupación por una situación que es de su competencia.
La patronal de la estiba ha alertado de la crítica situación por la que atraviesa la actividad portuaria melillense ante la persistente pérdida de contenedores estibados
Asimismo, y ante la creciente preocupación entre empresas y trabajadores, la patronal de la estiba ha solicitado que la Administración Pública traslade toda la información sobre las actuaciones que desarrolle a los principales afectados.
El origen de la crisis se sitúa en mayo de 2017, cuando la Delegación del Gobierno español en Melilla implantó una nueva organización en este puesto fronterizo. Desde esa fecha, se ha producido una importante pérdida de actividad portuaria en este enclave que se ha visto agravada tras la decisión adoptada el pasado mes de julio por el Ministerio de Economía y Finanzas del Reino de Marruecos por la que únicamente se permiten despachar para la importación las mercancías que hayan sido descargadas en el vecino puerto marroquí. Como consecuencia de esta medida unilateral se ha bloqueado la entrada de productos exportados desde Melilla hacia Marruecos.
La patronal de las empresas estibadoras insta al Gobierno a que adopte medidas urgentes ante el desvío persistente e irreversible de los tráficos comerciales desde el puerto de Melilla a los puertos marroquíes. Una situación que está acarreando una pérdida relevante de actividad empresarial en toda la cadena logística melillense, con impacto en las empresas prestadoras de servicios portuarios, transitarios y transportistas, y que conllevará la próxima pérdida de puestos de trabajo derivados de la bajada de la actividad comercial del puerto.