El Consejo Internacional de la Estiba (IDC, por sus siglas en inglés) ha reunido esta semana en Londres a la Asamblea de la Zona Europea del sindicato para analizar las principales problemáticas que afectan a los países y sindicatos afiliados y concretar soluciones en el corto plazo. El encuentro, al que han acudido cerca de 130 delegados de los estibadores provenientes de 18 países, entre ellos los que representaban al puerto de Algeciras, se ha celebrado en las oficinas centrales del principal sindicato británico, Unite the Union, y ha sido presidido por el sindicalista británico Andrew Green, junto al Coordinador General del IDC, Jordi Aragunde.
Las herramientas previstas por el pleno de la Asamblea prevén agilizar las acciones concretas con el objetivo de preservar el empleo y las condiciones laborales de los cerca de 110.000 trabajadores afiliados al IDC a escala global y, entre ellas, está el rechazo frontal al auge de las terminales robotizadas, que pone en riesgo decenas de miles de puestos de trabajo en los cinco continentes, pese a asumir que la tecnología avanza y es necesaria para mejorar las condiciones de seguridad en el trabajo.
El ejemplo que ha dado el francés Anthony Tétard (reelegido Coordinador de la Zona Europea por unanimidad en el plenario de la Asamblea) está en que las terminales automatizadas más avanzadas del mundo en la actualidad permiten un máximo de hasta 21 movimientos de contenedores por hora en las tareas de carga y/o descarga de los buques en puerto, mientras que los estibadores bien formados y con herramientas apropiadas pueden llegar a doblar esas cifras y con un coste-empresa similar.
En este sentido, el IDC plantará cara a empresas, asociaciones y Administraciones nacionales e internacionales para hacer frente común en este desprecio a la profesión; toda vez que existen ejemplos en la propia membresía de la federación intersindical que han logrado acordar a nivel nacional el freno a la automatización (y la tranquilidad efectiva de los trabajadores) durante un largo período de tiempo, caso del sindicato ILA que, con cerca de 16.000 portuarios afiliados, es el principal de la Costa Este de los Estados Unidos de América.
Otro de los puntos clave es salvaguardar la buena salud laboral y la seguridad en el trabajo de los estibadores. Varios trabajadores portuarios han fallecido en el último año debido a los grandes riesgos que sobrelleva la profesión en diferentes puertos de todo el mundo. Gobiernos y empleadores incumplen sistemáticamente las normativas y legislaciones nacionales e internacionales en materia de seguridad, prevención y formación continua. Además, permiten la contratación de trabajadores eventuales no formados y con condiciones salariales y socio-laborales precarias, que pueden poner en peligro sus propias vidas y la de sus compañeros.
Ejemplos claros están en los gases tóxicos inhalados por los trabajadores de la emanación en la fumigación de los contenedores por parte de las navieras, o la excesiva burocratización para atajar estos problemas. El IDC plantea llegar a una cota cero de mortalidad en la realización de la actividad profesional de la estiba.
En este sentido, en palabras del Coordinador General, Jordi Aragunde, “el IDC ha tenido un extraordinario crecimiento en los últimos años que nos ha permitido ganar peso a escala internacional y ser respetados y escuchados por empresas y Administraciones estatales o supra-estatales tales como la Comisión Europea o la Organización Internacional del Trabajo, pero no es aún suficiente para luchar por lo que más interesa, que es el respeto escrupuloso de los trabajadores”, máxime teniendo en cuenta que más del 75% del comercio internacional se mueve a través de los puertos.
Aragunde ha dejado claro que “debemos luchar por nuestro futuro y el de nuestras familias y vencer a todas aquellas entidades o trabajadores que nos atacan”. La acción debe ser globalizada con o sin el apoyo de otros referentes sindicales, porque “no puede seguir sucediendo que grandes multinacionales actúen con tanta suficiencia y permisividad en algunos países en clara connivencia con sus Gobiernos”.
Para Tétard, “no podemos permanecer en silencio ante las injusticias políticas y sociales. Debemos denunciar y mostrarnos para que los trabajadores tengamos plena libertad. La dictadura capitalista y neoliberal nos debilita”. En Europa, la Comisión está poniendo impedimentos, reglamentando o dictaminando asuntos de vital importancia como la formación de los profesionales de la estiba, gracias a la actuación de los lobbies empresariales.
Existen grandes presiones y judicialización de la acción sindical en países como España que, el último año ha sufrido “el mayor ataque de la historia de los estibadores, orquestado desde la Unión Europea”, según el coordinador general del sindicato CETM; o Portugal, donde los trabajadores llevan desde el pasado verano en huelga por la negativa del Gobierno luso a sentarse en la mesa de diálogo; una situación similar a la de Bélgica.
En Eslovenia se lucha contra la progresiva privatización de las terminales y la excesiva subcontratación de externos. En Grecia ha habido una gran devaluación de los salarios y se sienten rehenes de la troika. En Francia o Chipre reinan las políticas antisociales que buscan la desintegración de los logros conseguidos durante años. En Malta necesitan que se invierta en formación.
En Suecia, que vive una situación crítica, se han visto afectados los derechos de representación sindical. Los cerca de 1.300 estibadores afiliados a IDC han sido ninguneados por empresas, comenzando por APM Terminals (Maersk) y Gobierno, hecho que se une al apoyo encubierto de otras entidades sindicales internacionales. El resultado ha sido de más de un centenar de despidos, el impedimento de realizar la labor profesional durante seis semanas o el bloqueo de facto del sindicato de estibadores. Además, la situación ha trascendido del puerto de Gotemburgo, donde se inició hace dos o tres años, al resto de puertos del país, con la estrategia orquestada para finiquitar la presencia de los estibadores en los órganos de negociación. En este punto, el IDC se ha comprometido a liderar la lucha y las acciones en apoyo a los estibadores suecos en los puertos de todo el mundo.
Asimismo, el Consejo Internacional de la Estiba ha reflexionado sobre el papel de la mujer en la profesión: “no hay ninguna diferencia entre hombres y mujeres en las tareas profesionales que se realizan en los muelles”. La presencia femenina es importante a escala internacional, pero debe seguir creciendo y potenciándose.
Finalmente, la Asamblea de la Zona Europea ha presentado y aceptado una serie de Resoluciones que afectan a la mayor parte de los puntos citados anteriormente y que se asumen como de obligado cumplimiento para los miembros afiliados al Consejo Internacional de la Estiba.