Según ha informado el Partido Animalista, PACMA , una joven llamada Jessica, volvía a España tras un viaje a Marruecos y en lugar de dejar a su perro Zeus en casa o con otro cuidador, decidió disfrutar con él del viaje para vivir la experiencia juntos. Sin embargo, a la vuelta a España les esperaba un auténtico infierno, ya que los funcionarios del Punto de Inspección Fronterizo (PIF) retuvieron a Zeus. Las posibles soluciones eran, o la vuelta a Marruecos, cuarentena en un solitario centro de aislamiento (la normativa de la UE habla de tres meses) o el sacrificio.
La situación era muy similar al llamado “Caso Pirata”, cuando otro perro fue también recluido por la falta de un análisis serológico del que ni el Colegio de Veterinarios informaba como prueba necesaria para viajar fuera de la UE. Aquel caso, que acabó con final feliz gracias al trabajo de PACMA y de otros colectivos, desveló posibles irregularidades, falta de información y una terrible descoordinación administrativa que, según este partido, provocó que Pirata y su responsable legal, Naomi, pasaran un auténtico suplicio hasta que volvieron a reencontrarse.
“Cuando Zeus y Jessica acudieron a nosotros entendimos que se enfrentarían al mismo calvario, con el animal en riesgo de pasar mucho tiempo alejado de su familia o, directamente, siendo sacrificado”, cuenta el responsable de PACMA en Cádiz, Eduardo Aranyo. De hecho, Zeus fue llevado a la misma residencia donde estuvo Pirata, cuyas condiciones fueron puestas en duda en el primer caso, así como el precio por la cuarentena que supera los 2.000 euros. Al margen de esto, estaba el drama de la separación forzosa.
Finalmente, tras un mes de negociaciones entre PACMA y los responsables administrativos, el animal ha sido liberado y ha logrado reencontrarse con su dueña.
Para PACMA, “el problema es la falta de información, porque esta joven viajó a un lugar que está a un corto trayecto en barco sin que le informaran de nada o le pusieran inconvenientes y, al volver a su ciudad, se encuentra con la desagradable sorpresa de que le arrancan de los brazos a un miembro de su familia”, explica Aranyo.
Para que casos como el de Zeus o Pirata no vuelvan a pasar, PACMA ha mantenido conversaciones con la Dependencia Funcional de Agricultura y Pesca, dependiente de la Subdelegación de Gobierno, para hacerles ver la necesidad de llevar a cabo una campaña informativa al respecto y evitar nuevas detenciones innecesarias que son verdaderos dramas y que acaban teniendo costes elevados para los familiares del animal y la Administración. La actitud de ambas partes durante las conversaciones ha sido buena y es muy posible que pronto se emprenda este trabajo.