La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) viene reivindicando la incorporación de los corredores Valencia-Zaragoza y Valencia-Madrid-Lisboa en los corredores TEN-T como ejes prioritarios de la Unión Europea y uno de los motivos esgrimidos para ello, es que este segundo eje “es de vital importancia como opción alternativa al Estrecho de Gibraltar, principal enlace entre el Atlántico y el Mediterráneo”.
El puerto de Valencia afirma que el tráfico asociado a esta alineación implica más del 40% del tráfico total de contenedores en la Península Ibérica
En relación al eje Valencia-Madrid- Lisboa, aunque la línea ferroviaria ya existe y está a pleno funcionamiento, la APV considera muy relevante que se incorpore en los corredores TEN-T para poder acceder a financiación para inversiones futuras. Es por ello, por lo que ha elaborado este informe para la inclusión de la línea que se ha tenido en cuenta para la elaboración de las enmiendas presentada y aprobadas por todos los europarlamentarios valencianos ante la UE. Este informe desglosa diez razones fundamentales por los que la sección Valencia-Madrid-Lisboa debe ser incluida en la red de corredores TEN-T.
El puerto de Valencia afirma en el documento con el que revindica estas infraestructuras, que el tráfico asociado a esta alineación implica más del 40% del tráfico total de contenedores en la Península Ibérica, uniendo las principales áreas portuarias tanto en el Mediterráneo como en la costa atlántica de la Península.
Además, califica la conexión Valenica-Madrid-Lisboa como “el eje natural este-oeste que atraviesa la Península Ibérica, uniendo el Mediterráneo Occidental con el Océano Atlántico y tres de las zonas económicas más activas del sur de Europa”, ofreciendo una mejora de la conectividad de Portugal con el área mediterránea.
Otro de los argumentos esgrimidos es que el valor añadido europeo de incluir esta sección dentro del plan del Corredor, porque se demuestra a través de su contribución a los objetivos de la red TEN-T para España y Portugal, y en particular por su potencial colaboración con la política de descarbonización del transporte, al poder aprovechar los servicios de transporte marítimo de corta distancia que ofrece el Puerto de Valencia.