Unas reliquias con futuro

Puertos del Estado trata de recuperar los antiguos faros de nuestra costa

Los 188 faros que se distribuyen a lo largo y ancho del litoral español, han sido hasta ahora una ayuda a la navegación marítima. En sus orígenes, la necesidad de atención continua y su ubicación remota y, en ciertos casos, de difícil acceso, hizo necesaria la construcción de viviendas para los técnicos encargados de su mantenimiento en las inmediaciones del faro, bien en edificios aislados o adosados a la propia torre del faro o que la integran como parte de su estructura.

Si bien el faro como infraestructura de ayuda a la navegación marítima continúa, y continuará, prestando su servicio de señalización marítima, adaptándose a las necesidades tecnológicas que en cada momento requiera la prestación de un servicio de calidad, las viviendas u otras dependencias que puedan existir en la parcela en la que se asienta el faro, pueden haber perdido el uso para el que fueron inicialmente diseñadas.

Una estrategia que garantice una conservación responsable, sostenible y cuidadosa con el medio ambiente, es la promoción, a través del proyecto-iniciativa Faros de España, del desarrollo de actividades, distintas de las de señalización marítima, en estos espacios, ahora ociosos, disponibles en el entorno de los faros.

En ningún caso se trata de una reconversión del faro en otra cosa distinta, el faro continuará prestando su servicio, pero la iniciativa de Puertos del Estado, «Faros de España» es un paraguas que recoge los proyectos para el desarrollo de actividades de tipo turístico (cultural, social, alojamiento, mixto, etc.) que la iniciativa privada, pública o público-privada desee poner en marcha en alguno de los espacios no utilizados actualmente para el servicio de señalización marítima, potenciando el uso original de esos espacios, como es el caso de transformar las viviendas de los fareros en alojamientos turísticos.

En el Campo de Gibraltar, contamos con tres faros

En Algeciras se encuentra el faro de Punta Carnero, desde 1608. Era una torre de almenara, que llegó al siglo XIX en estado ruinoso. En 1861 se iniciaron las gestiones para la construcción del faro, con polémica entre ingenieros civiles y militares, y la compatibilidad entre él y una batería defensiva. En 1864 se aprobó la construcción del faro de 5° orden y luz roja fija con el propósito de iluminar la entrada de la bahía de Algeciras marcando el bajo de La Perla. Posteriormente se decidió balizar la zona mediante los faros de Gibraltar y Tarifa, pero finalmente, se decidió continuar con el proyecto, cambiando el color de la luz a verde. Inaugurado en 1874, estaba equipado con una lámpara de aceite de colza, que después usó petróleo. En 1924 se le acopló un juego de pantallas giratorias que producían la apariencia de grupos de 2 + 1 ocultaciones. También se sustituyó la linterna y se instaló un sistema de alumbrado de petróleo a presión. En 1930 se sustituyo por acetileno dándole una característica de grupos de 1 y 3 ocultaciones blancas cada 16″ que es la que actualmente tiene. Para balizar el Bajo de la Perla se le puso a la linterna un sector rojo de 53° de amplitud. Simultáneamente se instalaría una señal de niebla, consistente en un cañón de acetileno que producía una detonación cada 30″ con un alcance de 5 millas. En 1973, se electrificó, dotándolo del actual sistema mixto eléctrico-gas y, dos años después, se le puso una nueva sirena. En 1997 se renovó la lámpara y se monitorizó el faro. Recientemente se ha reparado la torre.

Foto: Puertos del estado

A varios kilómetros, la costa nos lleva al faro de Camarinal, en Tarifa.  Situado en el Cabo de Gracia, el faro del Camariñal está instalado sobre una antigua torre almenara del siglo XVI, construida según modelo de aquella época, cilíndrica con alambor, acceso por una única puerta-ventana y una estancia abovedada. Se accede al terrado por una escalera de caracol inscrita en el muro, obra de sillarejo. Su perfil tradicional ha quedado alterado por la instalación de la linterna del faro y una moderna escalera de caracol exterior, en hormigón. El faro fue inaugurado en 1989, y cuenta con una óptica de tambor un sistema de iluminación eléctrico que dan una característica de grupo de 2 ocultaciones de luz blanca con un alcance de 13 millas. En 1997 entró en funcionamiento su monitorización.

Foto: Puertos del Estado

Más lejano queda, al otra lado del litoral, el faro de Punta Carbonera, en las proximidades de Sotogrande en San Roque. La torre de Punta Carbonera era ya una realidad a comienzos del siglo XVII. Corresponde al modelo de almenara de tiempo de los Austrias. Planta circular, cuerpo cilíndrico y notable alambor en su base. Una sola estancia abovedada y terrado. Un bocel rodea el terrado, marcando la altura del pretil. El Plan de Señales Marítimas 1985/1989 del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, contempló la creación del Faro de Punta Carbonera sobre los restos de la torre edificada, construyéndose en 1989. La linterna incluye una óptica de 300 mm. de distancia focal y un cambiador de tres lámparas. En 1997 se instalaron los equipos para la supervisión del faro. Enclavado en el área de la costa de Sotogrande, podemos llegar hasta el faro utilizando varios caminos de tierra que llegan hasta las playas.

Foto: Puertos del Estado
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