El Puerto de Barcelona recogió a lo largo del año pasado más de 50 toneladas de residuos flotantes de su lámina de agua, un 45% de los cuales eran plásticos. En total, la infraestructura catalana gestionó 800 toneladas de residuos, en el marco de la política medioambiental del puerto barcelonés dirigida a minimizar el impacto ambiental de su actividad directa.
Así se desprende de la Memoria Anual 2017 del departamento de Conservación y Ayudas a la Navegación del enclave barcelonés, publicada esta semana. El equipo multidisciplinar integrado por una sesentena de personas que forma este departamento vela por el mantenimiento y la plena funcionalidad de las infraestructuras portuarias y de las diferentes redes de servicios de la infraestructura catalana, y también desarrolla la gestión de las ayudas a la navegación, que incluyen los faros y balizas de la costa de Barcelona y Girona, en más de las señales propias del Puerto.
A lo largo de 2017 llevó a cabo un total de 8.597 servicios y obras para garantizar la fiabilidad de la infraestructura y sus servicios. La gestión de la Conservación en el Puerto de Barcelona es parecida a la que se puede dar en un municipio de medida media pero añadiendo elementos singulares como son los diques, las tenazas, las dársenas y la red ferroviaria.
MOVILIDAD SOSTENIBLE. Una de las inversiones de más calado realizadas en el 2017 por el Puerto en el ámbito de la Conservación fue la incorporación de 31 vehículos eléctricos en su parque móvil para potenciar la movilidad sostenible en el ámbito portuario. La actuación incluía, asimismo, la instalación de la infraestructura de carga, tanto para la flota propia como por otros vehículos eléctricos que circulen por el recinto portuario. Este conjunto de medidas para estimular la movilidad eléctrica forma parte, al mismo tiempo, del Plan de Mejora de la Calidad del Aire del Port de Barcelona, que pretende reducir de manera efectiva las emisiones de la actividad portuaria.
AYUDAS A LA NAVEGACIÓN. En el ámbito de las Ayudas a la Navegación, a lo largo de 2017 se han llevado a cabo el acondicionamiento y la reubicación de una decena de las boyas del Puerto de Barcelona en base a las últimas especificaciones técnicas marcadas por Puertos del Estado. Así, se efectuaron cambios en la forma exterior de las boyas, un nuevo recálculo y pintado de las marcas diurnas y la implementación de elementos que garantizan los requerimientos de Prevención y Seguridad Laboral, entre otros.